Pan de Azúcar: pasión por las cuerdas

Pan de Azúcar

Pan de Azúcar es un dúo de cuerdas integrado por dos jóvenes andaluzas que amplían sus conocimientos de violín en el Conservatorio de Praga. Como todas las mañanas tienen que enfrentarse con compositores clásicos en su plan de estudios, por las tardes se dedican a tocar flamenco, tango y otros ritmos populares, “un desahogo musical a tanta disciplina clásica”, como ellas dicen.

Pan de Azúcar: María José Pareja Serrano y Belina Fernández Martín
María José Pareja Serrano y Belina Fernández Martín, dos morenas risueñas y guapas, forman Pan de Azúcar, un dúo de cuerdas, violín y guitarra, que de a poco se está dando a conocer en el ambiente musical checo, gracias a sus presentaciones en vivo en diferentes clubes de la capital.

Ambas son instrumentistas de formación clásica y continúan con sus estudios en el Conservatorio de Praga. Pero por las tardes se transforman. Sacan a relucir sus raíces y la mezcla explosiva que corre por sus venas y dan vida a Pan de Azúcar, para estar en contacto con ritmos más populares, como el flamenco y el tango.

Y hasta el momento, les está dando resultados. María José resume los orígenes y la esencia de Pan de Azúcar.

“Pan de Azúcar es una formación que surge hace como cinco años en Andalucía, Granada es nuestra ciudad, con nuestro grupo de amigas. Ya que nos dedicamos al violín decidimos crear una agrupación para poder tocar música de nuestra tierra, de nuestra descendencia, judía y árabe”.

Belina está de acuerdo con su socia y gran amiga y entrega más detalles.

“Sobre todo es hacer folclor, en el que incluimos flamenco, música árabe, judía también, porque nosotros tenemos ascendencia de judíos sefardíes, entonces también nos llama mucho la raíz”.

Pan de Azúcar
¿Pero por qué dos andaluzas de pura cepa decidieron venir a la fría Praga?, les preguntamos a ambas. María José no tarda en responder.

“Por nuestra carrera musical, al ser violinistas clásicas y haber finalizado nuestros estudios allí en Granada, decidimos venir a Praga a continuar estudiando debido a la buena cuerda musical que hay aquí, de música clásica. Y en nuestro tiempo libre pensamos continuar con el grupo, por eso ahora somos simplemente un dúo, que somos las que nos hemos venido aquí”.

Y aunque en Granada eran un quinteto, se las han arreglado muy bien en Praga, agrega Belina.

“Teníamos cantante, saxofón, percusiones. El grupo continúa en Granada, pero ahora viene un extracto aquí en Praga que es lo que intentamos hacer con nuestro dúo, la misma esencia de Granada traerla aquí a Praga”.

Pan de Azúcar
Estudiar violín es para toda la vida, nunca se acaba, dicen al unísono. Y por eso se han refugiado en Pan de Azúcar, que significa un oasis de relajación para ambas.

“Hombre, llevamos ya 16 años tocando el violín, o sea que, el grupo Pan de Azúcar es como nuestro... Es como un desahogo musical a tanta disciplina clásica a la que estamos acostumbradas”.

Praga significa también un paso adelante en sus ambiciones musicales, como sintetiza María José.

“Praga es una ciudad que es un centro cultural rodeado de potencias musicales como son Austria y Alemania, de cultura musical muy importante. Y aquí de hecho el nivel de cuerdas es muy bueno”.

Sentimiento que corrobora Belina.

“Hay una riqueza musical muy variada y muy versátil, por estar rodeada de los países de los que está rodeada”.

¿Qué es lo que más destacan de vivir en Praga?, preguntamos. Belina responde.

Pan de Azúcar
“Sobre todo, el punto que más valoramos de Praga es que estamos aprendiendo muchísimos valores de los checos y también valores que teníamos nosotras que no nos dábamos cuenta de que eran tan importantes. Valores como el orden, la disciplina y el compromiso. Eso, aplicado a la música, es realmente lo que nos está ayudando más, porque era lo que no teníamos. En España lo que más teníamos nosotras era la espontaneidad y eso es lo que creo que hace falta aquí y es lo que creo que podemos aportar”.

Además, están seguras de que el público, que las puede ver todas las semanas en la capital checa, en lugares como La Casa Argentina, La Grotta o Las Adelitas, disfrutará con este paseo por las músicas del mundo al que invitan, como explica María José.

Pan de Azúcar
“En Pan de Azúcar, nuestro público va a encontrar en nuestras canciones mucha historia y mucho humor, que es lo importante y a destacar. Historia del mundo, ya que nuestro repertorio es un repertorio del mundo, bastante variado”.

Y para terminar, en relación al nombre tan dulce que eligieron, Pan de Azúcar, Belina da las explicaciones de rigor.

“El nombre del grupo realmente viene porque escuchamos del monte que hay en Brasil, en Río de Janeiro, y nos pareció que es un nombre que nos define mucho, por el ritmo y por el sabor”.

Como la respuesta del público está siendo muy positiva, ahora tienen muchas ofertas para tocar y cuentan con la agenda completamente llena.

Así que se desplazan de bar en bar y de club en club con su violín y su guitarra a cuestas, para tocar esos ritmos exóticos que los checos quieren escuchar, para dejarse llevar por la magia de este dúo de artistas españolas que sobre el escenario se transforman.

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