“El Gobierno cubano necesita periódicamente muertos”
El disidente cubano Rolando Jiménez Posada protagonizó este miércoles en Praga una manifestación contra la dictadura castrista por la muerte del preso político Wilmar Villar tras 50 días en huelga de hambre. Como ex recluso del régimen, Jiménez Posada habló para Radio Praga del trato que se da a los presos de conciencia en la isla.
Condenado a pasar cuatro años en la cárcel por desacato, Wilmar Villar Mendoza se declaró en huelga de hambre y 50 días después falleció, cuando tan solo contaba 31 años de edad. Rolando Jiménez Posada culpa directamente al régimen por su muerte.
“La manifestación es un acto de repudio al Gobierno cubano debido al asesinato, y quiero dejar claro que es un asesinato, de Wilmar Villar. Es un prisionero político que se encontraba condenado a cuatro años de privación de libertad por haber participado en una manifestación pacífica en Cuba demandando cambios y respeto a los Derechos Humanos en Cuba. En represalia fue acusado de desacato y atentado”.
Para Rolando Jiménez Posada se trata de un crimen premeditado para el que las cárceles cubanas siguen una metodología.
“Las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos y detenidos establecen que una vez que una persona es aislada debe ser sometido a tratamiento médico y es el médico el que diariamente determina qué tratamiento tiene que ser administrado. Sin embargo, ¿qué hace el régimen cubano? Yo tengo experiencia en eso porque estuve preso. Una vez que usted se declara en huelga de hambre, se le retira toda la ropa, y se le lleva a una celda de aislamiento donde está diez o doce días. Usted comprenderá que en estos meses de frío, una persona que esté esos días sin abrigo ni protección, indiscutiblemente tiene que contraer una neumonía o algo así. Eso el Gobierno lo sabe perfectamente. Pero lo hacen para que una vez que esté enfermo, el hombre, con el dolor y el sufrimiento, reniegue de la huelga”.El fallecido Wilmar Villar aparece en los medios del régimen y sus afines como un delincuente común agresivo que fue detenido por maltratar a su mujer, la también disidente Maritza Pelegrino. En múltiples entrevistas la viuda ha negado tales circunstancias.
Presente en la protesta en Praga, la periodista cubana Lamasiel Gutiérrez Romero, pidió al régimen que abandone las tácticas de descrédito de sus enemigos.
“Que no difamen más de los mártires cubanos, porque Wilmar, al igual que Orlando Zapata Tamayo, y Laura Pollán, son mártires de nuestra patria. Los tuiteros y blogueros oficialistas se han dado a la tarea de desacreditar a cuantos muertos por política hay en Cuba. Es un método muy indigno porque no respeta ni a los muertos. Wilmar era una persona noble, disidente desde hace mucho tiempo. La esposa de Wilmar ha desmentido por cuantos medios ha tenido a su alcance y ha dicho que es mentira, que es una difamación horrenda, porque él nunca le pegó a ella. Además, ella dice que siente mucho la muerte de su esposo, como es lógico. Su esposo deja a dos huérfanos”.Rolando Jiménez Posada cree que el Gobierno castrista lanza un mensaje al país con muertes como la de Wilmar Villar.
“El Gobierno cubano necesita periódicamente muertos. Es a través de los muertos que atemoriza a toda la población cubana y le manda un mensaje a todos los opositores: Yo mato y no pago”.
En el entierro de Wilmar Villar, la semana pasada, la oposición a la dictadura denunció hasta 30 detenciones, tanto en las vísperas de la ceremonia, como durante la misma.