“En Praga he cumplido los sueños que no pude cumplir en Cuba”
Mario de la Paz Roa es un pintor cubano que lleva cuatro años radicado en la República Checa, país al que llegó en busca de asilo. Cuando hizo su primera exposición en Praga, sus pinturas eran una interpretación muy personal del realismo socialista imperante en la isla. Ahora, su arte va por otro lado. ‘Siluetas’, en la Torre Jindřišská, es su más reciente exposición.
‘Siluetas’ son cuadros que revelan la maestría del cubano en el trazo y su admiración por el desnudo femenino, y apuntan a la nueva tendencia por la que transita la obra de este artista, como él mismo comenta.
“Siluetas es una continuidad de la temática erótica que he estado llevando, es el reflejo de vivencias y es lo que marca, es lo que define una línea de una figura, una silueta. Entonces está dentro de lo romántico-atractivo y lo erótico-seductivo, por ahí anda la temática de esta exposición: Siluetas, un término bastante sugerente, incluso hasta provocativo, ¿no?”.
En ‘Siluetas’ hay algunos cuadros nuevos y otros que corresponden a la producción anterior del artista y que ya han podido ser vistos en otras exposiciones en distintas ciudades de la República Checa.
“Bueno, en esta exposición hay cuatro cuadros nuevos, que hacen una continuidad, no pausa sino continuidad de la temática que he ido llevando. El resto de los cuadros ya han estado expuestos, han participado algunos en el concurso del proyecto de Emoce y lo que he hecho pues ha sido continuar y continuar con esta temática porque realmente me llena mucho desde el punto de vista artístico y pictórico”.‘Siluetas’ puede visitarse hasta el 31 de marzo en la Torre Jindřišská de Praga (Jindřišská Věž), un espacio histórico maravilloso, que tiene muy contento al artista.
“Pues es genial, esto es un proyecto que expositivo que ha salido así de la nada y sorprendentemente estoy exponiendo aquí en este espacio, que me llena mucho este encaja incluso la temática con el contexto. Y sí, es una suma porque aquí hay vitrinas donde están expuestas fotografías de obras anteriores de otros proyectos que he tenido, incluso de cosas de restauración, cosas de escultura en madera, de policromía y demás. Entonces es un resumen de toda mi labor artística fundamentalmente aquí en República Checa”.
Mario de la Paz Roa cree que es muy fructífero exponer de esta manera, para que la gente conozca otras vertientes, otros aspectos de su vida artística, de su quehacer, como la escultura, la talla en madera, la restauración y otros, todos presentes en la Torre Jindřišská.La exposición ‘Siluetas’ es también una especie de autohomenaje, ya que el artista pronto cumplirá cuatro años en Praga
“Llevo, voy a cumplir cuatro años dentro de poco, dentro de un par de meses. Pues el espíritu de lucha es lo que queda, es lo que continúa y va a seguir superviviendo a todos los aconteceres, el espíritu de lucha y la cotidianidad”.
Respecto al realismo socialista que impregnaba su obra al comienzo, cuando llegó a Praga, dice que lentamente lo ha ido dejando atrás, influido por esta nueva vida.
“Lo he ido dejando atrás, porque uno ya se propone otras cosas, es otra forma de ver el arte, es otra visión, otro contexto, otra sociedad, indiscutiblemente, y vas libando de este néctar hasta que te das cuenta de que la vida cambia, de que la vida continúa y de que necesitas también ir con la vida, necesitas estos cambios, necesitas ir adelante. Entonces hay cosas que se quedan en la historia, se quedan en tu trayectoria como artista o como persona, como ser humano. De cierta forma en una etapa marcaron tu vida y tuviste la oportunidad de expresarte, de compartirlo con el público, de dar tu opinión a través de un lienzo, de una pintura, del óleo. Pienso que me he crecido y estoy mirando otros horizontes, con nuevas perspectivas y con nuevos proyectos”.Lo otro importante y nuevo es la familia, ya que Mario tiene una hija de tres años con su pareja checa y eso también influye en su trabajo.
“A ver, te digo, la familia es un complemento, no es una limitación. La familia es un puntal de apoyo pero a la vez es un punto de inspiración. La familia es un núcleo que te impulsa a la lucha no solamente del día a día sino a la lucha del futuro, es un proyecto de vida, es un proyecto de tu vida, es la constancia de que has pasado por esta vida, no solamente con el cuadro sino con lo que dejas en el ámbito familiar, como hijos y descendencias y demás. Entonces para mí la familia no es un obstáculo todo lo contrario, la familia para mí ha sido todo un impulso”.
Por todo lo anterior, Mario sostiene que vive un momento dulce, aunque hay sombras del pasado que no lo dejan nunca en paz.“Hay heridas que no cierran, que se mantienen, se ocultan pero se mantienen pero, siento que si he avanzado que hay cosas nuevas, nuevos horizontes, nuevas perspectivas. Al final no es aparentar lo que no eres, sino aparentar lo que quieres que la gente capte, que la gente quiera ver de ti de cierta forma. De momento aquí me siento muy realizado porque he cumplido los sueños que no pude cumplir en Cuba, por ejemplo, como exponer en varias locaciones, participar en concursos y demás, por muchas limitaciones de cosas, no importa ahora, está demás. Pero sí, me siento realizado como artista, tengo una nueva familia que me apoya mucho y me impulsa a continuar, me siento cómodo y me siento realizado”.
‘Siluetas’, la suma de la obra artística de Mario de la Paz Roa, puede visitarse hasta fines de marzo y es una buena oportunidad para ser testigos del talento de un artista que trabaja incansablemente para darse a conocer y salir adelante en el difícil mercado del arte checo.