Líder socialdemócrata checo se burla de los políticos longevos y pierde puntos
El líder del Partido Socialdemócrata, Bohuslav Sobotka, pierde puntos por burlarse de los políticos longevos. El político escribió en una red social que los ancianos nominados a la presidencia de la República podían perder sus prótesis dentales durante los debates electorales.
Karel Schwarzenberg, líder del Partido TOP 09, ministro de RR.EE. y candidato presidencial, de 74 años, sostuvo que el nació en una época en la que se respetaba a las personas mayores y que en caso de que un joven se comportara de semejante manera recibía una merecida bofetada.
El comportamiento inadecuado del político socialdemócrata refleja una lamentable situación que ha empezado a generalizarse en la sociedad checa, según indica la especialista en gerontología Iva Holmerová.
“Dos terceras partes de los ciudadanos de la Unión Europea aceptan a las personas mayores de 55 años de manera positiva. Mientras que en la República Checa se da todo lo contrario, dos terceras partes de la población ven de manera negativa a los mayores de 55 años de edad”.
De acuerdo con la especialista la situación que se vive en la sociedad checa es alarmante y sin parangón en Europa, porque los máximos representantes políticos arremeten contra los ancianos y dan a entender que son un peso para la sociedad porque, por ejemplo, se les deben pagar pensiones.Las declaraciones del líder socialdemócrata contra las personas mayores coinciden con el hecho de que el 2012 fue declarado Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad entre Generaciones.
Mientras que la gerontóloga Holmerová considera que el político debió como mínimo lamentar sus palabras y pedir disculpas, el líder socialdemócrata reconoció que “no había podido contenerse al imaginarse a esa banda de ancianos sedientos de poder que quieren llegar al Castillo”.
Pero el líder socialdemócrata fue más allá, y a manera de justificación dijo que en Chequia los políticos carecen de sentido del humor. De acuerdo con informaciones de la Unión Europea a partir de 2012 la población comunitaria en edad de trabajar empezará a disminuir, mientras que el número de ciudadanos de más de 60 años seguirá aumentando en cerca de dos millones de personas al año.
Para Bruselas esto representa un reto, pero también oportunidades. Se cuenta con que el envejecimiento activo de la población puede ayudar, entre otras cosas, a alcanzar un nivel elevado de empleo, invertir en las competencias y reducir la pobreza, pero se necesita el apoyo de una amplia gama de programas en todos los niveles de los gobiernos.