Štěpánek hace realidad el sueño de la Davis
La República Checa ganó la Copa Davis a España este domingo tras una vibrante final disputada en Praga. Más de 10.000 espectadores en el O2 Arena, y todo el país a través del televisor, empujaron a Tomáš Berdych y Radek Štěpánek en un triunfo histórico para el que el país ha esperado 32 años.
Hasta el último revés de Nicolás Almagro, logró a la perfección dejar de lado las emociones y la tremenda presión que tenía sobre sus hombros en el último partido de la final y con toda una nación pendiente de él. Algo que no fue capaz de hacer su rival, incómodo durante todo el encuentro. Pero en ese momento, con la pelota del español que no pasó de la red, la concentración que le dio la victoria, dejó paso a una euforia indescriptible, contaba un emocionado Štěpánek horas después de la victoria.
“Todos me gritaban como locos, y yo lloraba. Lloraba y no sabía qué hacer. Se me tiraron encima todos. Demasiados kilos para alguien como yo, ya ven. Tardé un poco en recuperarme, pero todos gritábamos de alegría, no creo que nadie se acuerde de nada que dijera, solo la emoción y la explosión de alegría”.A sus 33 años (cumple 34 la próxima semana), después de tres días de tensión e igualdad extrema contra España, el equipo que ha dominado la competición en lo que va de siglo, Štěpánek logró el punto decisivo jugando con el corazón y la cabeza.
Acumulaba diez horas de juego en tres jornadas seguidas, ya que Berdych y Štěpánek jugaron además de sus partidos individuales, el dobles, que ganaron contra Marcel Granollers y Marc López, flamantes campeones de la Copa de Maestros en Londres.
Pero el de Karviná, que ocupa la plaza 37 del ranking ATP, no fue nunca presa del cansancio que todos asignaban al veterano jugador. Una victoria épica con un guión tan perfecto, reconocía el campeón, que resultaba una historia casi increíble.
“Francamente, este era el sueño de mi vida. He vivido para ganar este trofeo, que ya tenemos. ¿Saben? Mi nombre va a ser leyenda, quizá ya lo somos hoy. Es una sensación tremenda. Queremos disfrutar lo que hemos conseguido. Sabemos lo que hemos hecho todos nosotros durante tantos años para esto. Ahora todo el país puede celebrarlo. Un día sería bonito estar en la cancha viendo hacer lo mismo a otros jugadores, como ahora estaban con nosotros los ganadores de 1980”. Radek Štěpánek, jugador número dos del equipo, se ha convertido en la imagen de la victoria checa, al solucionar el último partido contra un jugador a priori superior a él. Pero tan héroe como él es Tomáš Berdych, que además de la ajustada y decisiva victoria del partido de dobles, sacó adelante el viernes un partido complicadísimo contra un Nicolás Almagro, entonces sí, inspirado, agresivo y certero, y en definitiva a la altura de una final de Copa Davis.Al jugador número 11 del mundo sin embargo, en el momento de la verdad contra Štěpánek, hubo pocos momentos en los que se le notara a gusto sobre la pista. Al final, al igual que el capitán Álex Corretja, Nicolás Almagro felicitaba a los checos por la victoria en conversación con Radio Praga.
“Ha sido un partido complicado, un partido realmente difícil con muchas cosas que han ocurrido y creo que Radek al final ha sabido jugar muy bien con la situación y es un justo vencedor”.Para España resultaron decisivas finalmente la ausencia del lesionado Rafael Nadal, la rapidísima pista del O2 Arena, y la presión de un polideportivo abarrotado vibrando con los jugadores checos.
Argumentos que sin embargo no afectaron a David Ferrer. El quinto mejor jugador del mundo, inconmensurable, no cedió un solo set en sus dos partidos. El domingo, en el esperado duelo con Berdych, anuló por completo al checo, del que se deshizo en tres sets por 6-2, 6-3 y 7-5. Berdych no tuvo problema en reconocer tras el choque que Ferrer había sido muy superior e incluso comparó su estado de forma con el del número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
Ferrer por su parte agradecía a Berdych sus palabras. Pero su memorable actuación no le evitaba irse de Praga con la tristeza de la derrota, decía a Radio Praga.“El partido de mi vida no ha sido, pero uno de mis mejores en Copa Davis sin duda, sobre todo por la presión que había, por lo difícil que era afrontar este partido… pero lo he encarado muy bien. Aunque al final, sabor amargo. Este es un juego de equipo y no hemos podido conquistar la Copa Davis. Pero bueno, nos hemos dejado la piel, lo hemos intentado y unos ganan y otros pierden. Esto es un deporte y no hay que darle más importancia de la que tiene”.
La República Checa ha conseguido algo histórico. Es el primer país en ganar en el mismo año las tres competiciones por equipos que regula la Federación Internacional de Tenis: Copa Hopman, Copa Federación y Copa Davis. También son históricas las lágrimas de Ivan Lendl, el campeón de la Davis 1980, que Berdych y Štěpánek consiguieron este domingo arrancar.