El registro de vehículos volvió a colapsar
Hace unos seis meses atrás, el ministro de Transportes, Pavel Dobeš, anunció con bombos y platillos la puesta en marcha de un nuevo registro de vehículos en la República Checa. El sistema colapsó y el ministro estuvo a punto de perder su puesto. A principios de diciembre el ministro Dobeš fue cesado y el registro volvió a colapsar este jueves.
Después del gran fallo de hace medio año, el Ministerio de Transportes trató de mejorar el servicio al público. Un nuevo programa debía agilizar el funcionamiento de las bases de datos de los conductores, pero el resultado fue catastrófico según relata Josef Mihalík, uno de los responsables del sector de transportes en la Alcaldía de Praga.
“En este momento no podemos hacer nada. El trámite que debe tardar unos cuantos minutos se prolonga a una hora y más. Es terrible lo que ocurre”, indicó el experto.
La situación se agravó aún más. Las oficinas del registro de vehículos de Praga cerraron. Los funcionaron esperan reiniciar el servicio el lunes próximo.
La misma situación fue confirmada en otras ciudades del país como, por ejemplo, en Pardubice, Karviná y Kladno, mientras que en las ciudades que el sistema funciona los clientes deben armarse de paciencia, porque el sistema va muy lento y deben esperar para ser atendidos.
Los problemas en el registro de vehículos se deben también al hecho de que tan sólo unos cinco funcionarios recibieron cursillos de capacitación para administrar la nueva aplicación introducida, indicó Mihalík a la Televisión Checa.El vice ministro de Transportes, Miroslav Drobný, no dio el brazo a torcer y sostuvo que los fallos se deben a que la red se vio saturada por la cantidad de solicitudes presentadas a nivel de todo el país.
Expertos ministeriales reconocieron que el jueves se conectaron al sistema 977 oficinas de registro de vehículos y que para el lunes se cuenta con un total de 1440 lo que representa la capacidad absoluta del sistema, lo que puede convertirse en una nueva pesadilla.