La presencia de comunistas en los gobiernos regionales centran las protestas de la Semana de Palach
La tradicional Semana de Palach, en recuerdo al estudiante que se autoinmoló en 1969 contra la ocupación soviética, servirá para expresar el descontento de una parte de la sociedad contra la presencia de comunistas en los gobiernos regionales como resultado de las elecciones de octubre.
Seis ciudades checas se manifiestan estos días por la participación de comunistas en los gobiernos regionales.
La primera de ellas fue Olomouc, que albergó una manifestación este lunes en la plaza principal de la ciudad morava. Después le seguirán Ústí nad Labem, Karlovy Vary, České Budějovice, Praga y Zlín.
La ciudad de Baťa es una de las muchas en las que estas manifestaciones han tenido lugar desde que el Partido Comunista consiguiera formar parte de diversos gobiernos regionales tras de su éxito en las votaciones de octubre. Uno de los organizadores, Radek Pelz, expresaba así su reivindicación.
“En el Parlamento regional hay un 80% de partidos democráticos. Hacemos un llamamiento a todas las personas de la región de Zlín para que digan si les parece moral que en esta Cámara estén también representantes del Partido Comunista de Bohemia y Moravia”.Para Iván Mařák, miembro del Partido Comunista de Zlín, su formación se rige por las normas del sistema democrático.
“Igual que nosotros hemos respetado los resultados de todas las elecciones, nos gustaría que también se respetara ahora el de las últimas votaciones regionales”.
En la primera protesta de la semana, la de Olomouc, se congregaron varias decenas de manifestantes. Entre ellos se encontraba Zdeñka Mašínová, hermana de los dos históricos activistas contra el comunismo Ctirad y Josef Mašín, que advirtió contra los peligros democráticos que puede suponer la presencia de comunistas en el Gobierno regional.
En esa misma ciudad se presentó una petición firmada por 400 personas contra el nombramiento de un comunista como responsable regional de Educación.
En 1989, los actos de protesta surgidos durante la Semana de Palach en el veinte aniversario de su muerte, marcaron el principio del fin del régimen comunista. Václav Havel fue condenado a ocho meses de prisión por intentar poner flores bajo la estatua de de San Venceslao, lo que provocó un ahondamiento en el descontento de la sociedad con la dictadura. En aquella Semana de Palach fueron en total detenidas 1.400 personas.
Este año, la semana del descontento contra el comunismo concluirá el sábado en Praga en la plaza Venceslao.