Los hospitales públicos están por quebrar, advierte el Grupo de crisis de Salud
Una tercera parte como mínimo de los hospitales públicos en Chequia se encuentra al borde de la bancarrota. Así advirtieron este lunes al primer ministro saliente, Jiří Rusnok, representantes de la dirección de los hospitales, los sindicatos y los pacientes, unidos en el Grupo de crisis del sector Salud.
Los gerentes de esos establecimientos se esfuerzan para que los pacientes no se vean perjudicados, pero a raíz de la escasez de dinero, los centros sanitarios podrían enfrentar a finales del año cortes de electricidad, así como una falta de medicamentos y alimentos para los pacientes, según destaca Jaroslava Kunová, presidenta de la Asociación de los Hospitales Públicos.
”La situación es crítica y podría tener consecuencias imprevisibles. Es una bomba de relojería. Los hospitales se van endeudando cada vez más, se aplazan diversas operaciones por falta de recursos y pronto no habrá dinero suficiente ni para garantizar la atención de urgencias. Se calcula que la suma global que deben actualmente los hospitales públicos es de unos 78 millones de euros”.
A raíz de la falta de recursos fueron suspendidos todos los trabajos de reconstrucción y nuevos proyectos de inversión. Además, los hospitales no cumplen los compromisos acordados con los médicos, las enfermeras y los demás empleados en cuanto al crecimiento de los salarios.Para prevenir la quiebra de algunos hospitales y el empeoramiento del nivel de atención a los pacientes, el Grupo de crisis en Salud considera indispensable que el Gobierno incremente de inmediato los pagos al sistema de seguros por los asegurados estatales, o sea, los jubilados, menores de edad, mujeres en vacaciones de maternidad y los desempleados, a quienes costea el seguro de enfermedad el Estado. Otro paso indispensable es una enmienda al sistema de seguros de salud y las cuotas de pago por cada paciente. El ministro saliente de Salud, Martin Holcát, reconoció que la situación requiere una intervención inmediata del Estado.
”Reconozco que la situación es verdaderamente crítica. Creo que los médicos, enfermeras y demás personal hacen y seguirán haciendo lo máximo posible para que ningún paciente se vea afectado por los problemas financieros de los hospitales públicos. Pero debemos plantearnos la pregunta de si en tales condiciones es posible garantizar cuidados médicos urgentes del más alto nivel. Tanto los médicos como nosotros hacemos lo máximo para que sea así. El dinero que el Gobierno prevé destinar al sector estará reservado mayormente a los cuidados de urgencias”.
El ministro también propuso al Gobierno incrementar en unos cuatro euros los pagos por los asegurados estatales, con lo que el sistema de seguros de salud contaría anualmente con 272 millones de euros más. Se prevé que el tema sea debatido por el Ejecutivo en el curso de esta semana.El Grupo de crisis en Salud advirtió igualmente que en caso de que el Estado no ayudara a los hospitales públicos y estos llegaran a quebrar, podrían ser comprados por compañías privadas. Y en ese caso el sistema público de los cuidados médicos podría sufrir serias alteraciones con consecuencias imprevisibles.