Jiří Ignác Linek, destacado representante de los pedagogos checos que lograron fama también en la música
En esta ocasión podrán conocer en este espacio la vida y obra de Jiří Ignác Linek, pedagogo y a la vez excelente compositor checo del siglo XVIII, del período previo al Clasicismo.
Jiří Ignác Linek nació en 1725 en el pueblo de Bakov nad Jizerou, en Bohemia Central. Completó su educación musical y literaria en la cercana localidad de Kosmonosy. Su gran interés por la música lo condujo más tarde a Praga, donde estudió bajo la dirección del compositor y organista checo Josef Seger. Cuando Linek cumplió 22 años, el príncipe František Arnošt de Valenstein le nombró maestro de escuela en Bakov y simultáneamente le fue conferido el cargo de director del coro de la iglesia parroquial de San Bartolomé.
En 1759, Linek llegó a desempeñar el cargo de ‘primer concejal’ del coro de la cofradía que en aquél entonces era un cargo de suma importancia. Como tal fue el encargado de preparar el repertorio del coro, lo que le permitió incluir en él sus propias composiciones. Una de ellas pudo ser a lo mejor ‘El Concierto para Órgano y Orquesta’.
En el siglo XVIII, la profesión de educador en Bohemia podía ser desempeñada únicamente por personas de gran aprecio, que a la vez organizaban y encabezaban el acontecer cultural en las zonas rurales del país. De un pedagogo todos esperaban que dirigiría el coro local y asumiría la tarea de preparar y ensayar las presentaciones musicales para las diferentes festividades del año litúrgico.
En aquél entonces se acostumbraba que en cada temporada musical se interpretara música diferente y nueva, por lo que el educador y a la vez compositor, tenía la obligación de producir un gran número de obras musicales. Jiří Ignác Linek compuso unas 230 obras, al menos ese número de partituras se conservó hasta la actualidad. Figuran entre ellas misas, ofertorios, réquiems, pastorelas, letanías y numerosas otras composiciones.
La parte más fuerte de la invención de Linek, o sea, la melódica natural y simple de sus composiciones, que revive gracias a dinámicos ritmos bailables, encontró su mejor aplicación en su música pastoral. Hasta la actualidad se han conservado dos sinfonías pastorales de Jiří Ignác Linek.
Durante las Fiestas de Navidad, en la iglesia de San Bartolomé, en el pueblo de Bakov, solía interpretarse antaño seguramente la ‘Sinfonía Pastoralis in C’ de Linek.
A pesar de que Linek fue un compositor y pedagogo exitoso, su familia, que era bastante numerosa, vivía en miseria. Al igual que la mayoría de los educadores checos de aquél entonces, además del exigente trabajo en la escuela y en la organización de la vida cultural, Jiří Ignác Linek se veía obligado a dedicarse también a labores agrícolas. En los últimos años de su vida, Linek se endeudó bastante y, a causa de los problemas financieros y las difíciles condiciones de vida le afectó una fuerte tuberculosis a la que sucumbió en diciembre de 1791.
No obstante, sus composiciones que suelen ser interpretadas hasta la actualidad especialmente en Navidad, están llenas de optimismo y divulgan la alegría, el bienestar y el ánimo festivo.
Hermosa es la pastorela de Linek ‘Hejsa Novina’ (que traducido al español sería como ‘Oh Noticia’).
En las pastorelas checas aparecía con frecuencia el tema de la canción de cuna ‘Hajej můj Andílku’ (‘Duerme mi Angelito’). Muchos son los especialistas en música contemporáneos que afirman que fue precisamente Jiří Ignác Linek quien en su música plasmó ese tema de la más hermosa manera. Fue en su pastorela ‘Dobrou noc můj Ježíšku’, ‘Buenas Noches mi Niño Jesús’.
A su vez, en su ‘Pastorela para Barítono, Coro y Orquesta’, Jiří Ignác Linek utilizó su arreglo de la melodía y letra de una antigua canción navideña checa del siglo XVI, titulada ‘Narodil se Kristus Pán’ (‘Ha Nacido Jesucristo’).