Nada es definitivo: fútbol checo sigue luchando por organizar la Eurocopa 2020
Por más desesperada que parezca la situación, el fútbol checo no se rinde y sigue luchando por la coorganización de la Eurocopa 2020. Después de perder la batalla por la construcción de un nuevo estadio nacional de fútbol, los funcionarios esperan aumentar la capacidad de las gradas del Slavia de Praga y al final poder presentar la candidatura.
Pero nada es definitivo. Resulta que el jefe del fútbol checo no abandonó del todo la idea de convertir a la República Checa en uno de los anfitriones de la Eurocopa y, a toda costa, sigue buscando posibilidades para llevar a cabo el proyecto. Una de ellas es ampliar las gradas del estadio del Slavia de Praga.
La UEFA pide a los organizadores de la Eurocopa que los partidos se jueguen en estadios para 50.000 hinchas, como mínimo, pero está dispuesta a conceder una excepción a dos ciudades, que podrán ofrecer estadios con una capacidad de solo 30.000 plazas. El Synot Tip Arena del Slavia actualmente puede acoger a 20.000 espectadores.
Sin embargo, ese no es el único obstáculo que los funcionarios tendrán que superar en el camino hacia la entrega de la candidatura, según reconoció Pelta.
“Desde el punto de vista técnico es posible aumentar la capacidad de las gradas del Slavia para cumplir las condiciones requeridas, pero otro problema es la infraestructura en los alrededores del estadio. El 25 de abril hay que entregar la candidatura, dentro de unos días deberíamos saber si es posible llevar a cabo el proyecto o no. Además necesitamos recibir otras garantías, el Gobierno debe garantizar no solo las finanzas, sino también otros aspectos para que podamos organizar el evento, como la política de visados, etc”.El Comité Ejecutivo de la Asociación de Fútbol aprobó el proyecto para presentar la candidatura para la Eurocopa 2020 el pasado septiembre. Los funcionarios soñaron con crear un nuevo estadio para el fútbol nacional en el lugar del estadio Evžen Rošický de Strahov.
Sin embargo, la Asociación pudo pedir ayuda al Estado tan solo en marzo debido a las demoras en cuanto al nombramiento del nuevo Gobierno del país. Debido a la presión de tiempo, el nuevo primer ministro, Bohuslav Sobotka, rechazó conceder luego los recursos necesarios para la construcción del estadio.