František Benda, músico checo que entregó su talento al rey prusiano Federico II
Entre otros tantos músicos provenientes de los territorios de la actual República Checa y que en el siglo XVIII trabajaron en las cortes de Europa, destacó František Benda, excelente violinista, compositor y pedagogo musical.
František Benda nació en la localidad de Benátky nad Jizerou en el año 1709, en la familia del tejedor Jan Jiří Benda, un apreciado músico rural aficionado. La madre de František, Dorothea, era descendiente de la conocida familia de músicos Brixi.
František aprendió tocar el violín a una edad muy temprana y posteriormente fue perfeccionándose en la música como vocalista, en Praga y la ciudad alemana de Dresde. Más tarde pudo aprovechar su talento y conocimientos de música trabajando especialmente como violinista en Viena y Varsovia. En 1733 František Benda aceptó la oferta de integrar la banda musical del sucesor del trono prusiano, el príncipe Federico II, posteriormente rey de Prusia. Benda se quedó al servicio de Federico más de 50 años, hasta el final de su vida, al comienzo como primer violín y posteriormente como director de orquesta.
František Benda se dedicó igualmente a la composición y escribía mayormente obras para violín. La mayor parte de su obra la representan sus sonatas para violín, de las que unas 157 se han conservado hasta el presente.
František Benda adquirió fama asimismo como pedagogo musical. Enseñó a varios alumnos que más tarde destacaron en la música. En tanto que profesor de violín y violinista, Benda gozó de gran renombre e influencia en toda Alemania, al igual que el famoso violinista Giuseppe Tartini en Italia.
Benda compuso unas 15 obras de concierto para violín. Además del violín, creó varias composiciones para flauta. Entre otras razones fue porque su patrono y amigo, el rey prusiano Federico II tocaba la flauta, y bastante bien. Y así, el monarca prusiano tuvo la posibilidad de interpretar en flauta personalmente en varias ocasiones algunas composiciones de Benda para ese instrumento.
František Benda se hizo conocido igualmente por su autobiografía, que terminó de escribir en el año 1763. El libro ofrece muchos detalles de la vida del músico que fue bastante aventurera en los años de su juventud. A la vez, la obra representa una valiosa fuente de conocimientos sobre la vida musical en el siglo XVIII.
Benda fue especialmente un fenomenal violinista. Los especialistas musicales de su época calificaban su forma de interpretación como ‘mágica’, llena de sentimientos sinceros y de vivencias personales, con un maravilloso y limpio sonido que con frecuencia evocaba en las personas lágrimas de emoción. Solía decirse entonces: “Cuando Benda toca el Adagio o el Andante, da la sensación como si la sabiduría eterna se dirigiera a nosotros desde el cielo”. František Benda compuso también alrededor de 18 sinfonías.
A lo largo de su vida, František Benda figuró entre las personalidades más destacadas del mundo musical. De ello testimoniaba su alta posición dentro de la sociedad, así como el gran aprecio del que gozaban sus actividades relacionadas con la música. Hasta la actualidad, muchos violinistas de renombre tienen en su repertorio obras compuestas por Benda.
(Repetición del 27/7/2013)