Mueren dos checos en Ucrania luchando por los independentistas prorrusos
Dos checos que luchaban como voluntarios en Ucrania, del lado de las milicias separatistas prorrusas, han resultado muertos en la localidad de Miyusintsk. El incidente abre el debate en Chequia sobre la legalidad o no de combatir en unidades paramilitares extranjeras.
Ivo Stejskal, natural de Brno, trabajaba como profesor de educación física y educación cívica en una escuela básica. En junio de este año se marchó a Ucrania a luchar del lado de los ucranianos rusófonos que luchan por escindir las provincias orientales del país para anexionarlas a Rusia. El 18 de junio apareció en un vídeo subido a Internet, vestido en uniforme militar, dando un pequeño discurso en la plaza de Donetsk ante los independentistas allí congregados y explicando después sus razones para enrolarse en la causa.
“Era un deber. Soy eslavo y aquí viven eslavos, y esto es un genocidio del pueblo ruso-ucraniano. Cuando vi lo que estaban haciendo en Odesa, uno no puede quedarse en casa. ¿Había que venir o no? No puedes decir solo que esto está mal, eso es poco. Teníamos que venir y luchar. Yo he venido de Chequia, pero sé que han venido de Italia, Serbia, y otras muchas personas de todo el mundo”, afirmó.Stejskal, de 40 años, tenía problemas económicos, debía el alquiler y le esperaba un desalojo. De hecho las motivaciones económicas, además de las ideológicas, también podrían haber jugado un papel importante. Se especula que Rusia paga 300 dólares diarios por servir en las milicias independentistas.
Ni él ni Hlinka son los únicos checos que han acudido a Ucrania a involucrarse en uno u otro bando del conflicto. A su vuelta podría esperarles la cárcel. La legislación checa castiga con hasta 5 años de prisión la participación en un ejército extranjero, con la única salvedad de los países miembros de la OTAN. La cuestión es si las fuerzas separatistas prorrusas, al tratarse de unidades paramilitares y no de un ejército regular, entran dentro de lo marcado por la ley. De momento ni el Ministerio de Defensa ni los expertos de los distintos partidos políticos tienen una respuesta clara.