Resurgen rencores por alimentos entre Chequia y Polonia

Foto: Kristýna Maková

La Inspección Agraria y de Alimentos checa (SZPI) reconoció que ordenó un control interno especial de productos polacos. Sin embargo, el ente insiste en que se trata de una reacción al embargo ruso y rechaza la queja polaca que tildó la normativa de discriminatoria.

Marek Sawicki,  foto: StagiaireMGIMO,  Wikimedia CC BY-SA 4.0
El ministro de Agricultura polaco, Marek Sawicki, criticó la orden interna sobre un control especial de alimentos provenientes de ese país, impuesta recientemente por la Inspección Agraria y de Alimentos de la República Checa.

El órgano checo se defiende alegando que la normativa fue sacada de contexto e insiste en que la orden surgió en reacción al embargo ruso respecto a la importación de productos alimenticios de la Unión Europea.

“El 14 de agosto, la Federación Rusa impuso embargo sobre la importación de alimentos de la Unión Europea a su país. Los requisitos en cuanto a los productos destinados para el mercado ruso pueden diferir de los del mercado comunitario. Como Polonia es un exportador importante a Rusia, la Inspección adoptó una postura lógica: centró su atención y actividades de control en alimentos que pudieran terminar en el mercado checo, aunque su destino original era la Federación Rusa”. Con esas palabras se defendió el ente checo y agregó que estos controles fueron suspendidos ya en octubre.

Foto: Kristýna Maková
No obstante, el jefe del sector agrario de Polonia tildó de un hecho inaceptable y discriminatorio que los controles afectasen únicamente a productos de un país y adelantó que informará sobre la postura checa a la Comisión Europea.

El incidente reabre los rencores que reinan a largo plazo entre ambos países en el sector alimenticio.

Los medios de comunicación checos recuerdan que en 2012 varias compañías polacas fueron acusadas de agregar sal no comestible a sus productos. Por su parte, Sawicki indicó que nunca he oído que alguien muriera tras digerir comida polaca, pero que varios polacos murieron tras consumir bebidas alcohólicas checas, refiriéndose al caso de alcohol adulterado que se cobró en 2012 casi 50 víctimas humanas en Chequia.

Las palabras indignadas del ministro polaco fueron pronunciadas solo poco después de que numerosos compatriotas suyos se mostraran escandalizados por la publicidad de una compañía de telefonía móvil checa que muestra al polaco como arquetipo de contrabandista.

Autor: Roman Casado
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