Llegan a Chequia los primeros refugiados sirios a los que se ha concedido asilo

Foto: ČTK

Los primeros refugiados sirios a los que la República Checa se ha comprometido a conceder asilo han llegado este lunes al país. Se trata de solo tres familias, en total 16 personas, bastante menos de las 70 con las que se contaba inicialmente.

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Desplazadas en Jordania huyendo de la guerra, sin posibilidad a la vista de volver a sus hogares y con el agravante de tener niños heridos o enfermos, tres familias de refugiados sirios tendrán ahora la oportunidad de comenzar una nueva vida en la República Checa en el marco del programa Medevac.

Los 16 beneficiarios recibirán el estatus de asilados, lo que supone la ayuda del Estado checo en su integración social y laboral, además de la posibilidad de establecerse de forma permanente en el país. Tras su llegada al aeropuerto de Praga este lunes, las familias fueron alojadas en viviendas provisionales y los menores con necesidades médicas iniciaron su tratamiento en el hospital de Motol.

Durante los próximos meses la Archidiócesis de Cáritas y la Administración de Instalaciones para Refugiados se encargarán de asistirles en cuestiones como el aprendizaje de checo y la búsqueda de empleo.

Hospital de Motol,  foto: Kristýna Mková
En principio el Gobierno checo contaba con dar asilo a un número mayor de refugiados sirios, explica el embajador checo en Jordania, Petr Hladík.

“Originalmente planeábamos un grupo más amplio, debería haber consistido en 15 familias, unas 70 personas, pero por desgracia este número de 16 personas trasladadas a la República Checa es el definitivo. La motivación era encontrar familias en las que se encontrara uno o más niños que necesitaran atención médica”.

Algunas de las familias no estaban convencidas de los criterios con los que iban a ser tratados sus hijos, otras no cumplían los requisitos de seguridad y otras cambiaron de idea en el último momento, indispuestas a emigrar y adaptarse a un país totalmente desconocido.

Foto ilustrativa: DFID - UK Department for International Development,  CC BY-SA 2.0
Una de los que sí dieron el paso es Alí, de 34 años, al que acompañan su mujer y sus tres hijas. La mayor será sometida a una operación de cirugía plástica debido a varias quemaduras de gran extensión. La familia procede de Dará, en el sur de Siria, donde Alí estudió técnica electrónica y abrió después una tienda de teléfonos móviles. Los bombardeos borraron del mapa tanto el negocio como su casa, y después de tres años viviendo de forma provisional en Amán, ven el asilo en Chequia como una oportunidad de establecerse y volver de nuevo a la normalidad.

“He buscado información sobre la República Checa en Internet”, dice Alí en entrevista a la Radiodifusión Checa antes de embarcar en el avión. “He leído que hace frío en invierno. Pero ¿y qué? Después del invierno siempre viene el verano, ¿verdad?”.