Automóviles de chocolate se exhiben en Tábor
El Mini de Mr. Bean, un típico taxi de Nueva York o el famoso Velorex checo de tres ruedas. Eso son algunos automóviles que se pueden ver a partir de este viernes en la exhibición inaugurada en la ciudad de Tábor. Pero más que a los motoristas, la exposición deleitará a los amantes de dulces, ya que los vehículos expuestos son de chocolate.
Carro de guerra, Mini de Mr. Bean y taxi de Nueva York
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Automóviles: revolucionarios, históricos y de filme’. Así se llama la exposición inaugurada recientemente en el Museo de Chocolate, situado en la ciudad de Tábor, en Bohemia del Sur.El nombre dice claramente lo que puede esperar el visitante al acudir a la exposición que trata de satisfacer la petición de los muchachos que habían visitado el museo en el pasado, según indicó la manager Lenka Želivská.
“La exposición es destinada sobre todo a los muchachos, que nos reprochaban que había solo muñecas para niñas. Ahora tenemos aquí unos 30 modelos de vehículos, desde los históricos, como el carro de guerra de Žižka y el carruaje de oro de los Eggenberg de Český Krumlov, hasta los taxis de hoy de Nueva York y Londres”, indicó.
Los visitantes podrán admirar, entre otros, el modelo de Velorex, un vehículo checo de tres ruedas, el único automóvil del mundo con capó de tela. Hay un modelo de Trabant, un automóvil de bajo costo con carrocería de resina fenólica, en su tiempo el más vendido en la antigua Alemania del Este. Y al hablar de automóviles pequeños, por supuesto, no puede faltar el famoso Mini de Mr. Bean.El objetivo de la exposición es presentar dichos automóviles de forma divertida de manera que los visitantes podrán asistir, por ejemplo, a las proyecciones de los filmes en los que actúan los respectivos vehículos.
Un jugador de hockey sobre hielo derretido
Como hemos dicho, la exposición de automóviles tiene por objetivo deleitar, sobre todo, a la parte masculina de los visitantes en plan de una reconciliación por las exposiciones anteriores que agradaron más bien a las mujeres. Una dedicada a los sombreros de chocolate y otra a las muñecas, que mostraba las Barbie vestidas en espectaculares vestidos de mazapán, desde la época de la prehistoria hasta la era moderna, pasando por el estilo gótico, renacimiento y barroco.Además de los automóviles, a los hombres les gustará seguramente también la figurina de chocolate de la mayor estrella checa de hockey sobre hielo, el delantero Jaromír Jágr.
El jugador cuenta con una escultura nueva, ya que la obra original se derritió.
“La primera estatua la perdimos, ya que se derritió. Esta segunda está hecha de otro modo. La base de estas figuras grandes no es el chocolate, sino poliestireno o espuma de montaje, que se cubren y recortan bien posibilitando alcanzar fácilmente la forma deseada. El mayor enemigo de este tipo de museos son las polillas. Aunque utilizamos el barniz alimentario, a veces luchamos duro contra ese insecto, así como todos del sector alimenticio”, mencionó la manager.En el museo, además, pueden seguir el camino del grano de cacao, desde la cosecha en las plantaciones hasta su transformación en chocolate, observar antiguas máquinas de fabricación de este dulce y asistir a los talleres.