La contratación de extranjeros no comunitarios es muy complicada en Chequia
La contratación de extranjeros no comunitarios es cada vez más complicada en la República Checa. Muchas empresas han manifestado interés por trabajadores procedentes de países fuera de la Unión Europea, pero los obstáculos que representan los trámites burocráticos les hacen desistir.
Hace cinco años atrás el número de trabajadores extranjeros en Chequia era de casi 152.000, mientras que ahora ronda los 195.000, según indican las cifras más recientes. En la mayoría de los casos se trata de personas de países comunitarios.
La presencia de profesionales comunitarios representa un aporte muy significativo para el país, pero el sector empresarial se queja de la falta de obreros cualificados, según indicó František Kulovaný, director de una compañía dedicada a la fabricación de depósitos para carburantes.“Oficializar la integración laboral y conseguir el permiso de trabajo representan un gran problema. Los trabajadores de Ucrania han topado con grandes dificultades. Y para nosotros los empleadores la situación tampoco es fácil”.
Los empresarios se quejan de que existen muchos puestos de trabajo vacantes para operarios y técnicos medios, que no pueden cubrir por la falta de flexibilidad en los trámites.
La directora de la Asociación para la Integración y la Migración, Magda Faltová, señala que las reglas son claras.“La empresa debe informar a la Oficina de Trabajo que tiene un puesto vacante. La oferta se hace pública durante 30 días y en caso de que a ningún nacional le interese, el puesto se incluye en la base de datos. A partir de ese momento la empresa puede ofrecer el trabajo a un extranjero”.
Existen otros caminos para la contratación de extranjeros no comunitarios. Se trata, por ejemplo, de la llamada tarjeta de trabajo que combina permiso laboral y residencia temporal.
Para solicitar el documento, los interesados deben presentar un contrato o precontrato de trabajo, así como certificado de la cualificación respectiva, requerida por la empresa. La tarjeta de trabajo tiene una validez de dos años con la posibilidad de extenderse por dos años más.
La otra vía es solicitar asilo. En caso de que la persona reciba protección internacional en Chequia, la ley le garantiza un lugar para residir, educación para los hijos, cursos de recualificación y opciones de trabajo.En la República Checa viven actualmente más 465.000 extranjeros, de los cuales más de 100.000 son ucranianos, seguidos por eslovacos, vietnamitas y alemanes.