Emil Radok, el pionero checo del arte audiovisual

Polyecran, foto: archivo de EXPO 1967

Se cumple un siglo del nacimiento de Emil Rdaok, inventor de la especialidad teatral conocida como linterna mágica y uno de los creadores más influyentes de su época.

Emil Radok,  foto: public domain
Emil Radok, nacido el 22 de marzo de 1918, hace 100 años, es junto a su hermano mayor Alfred uno de los máximos exponentes de la cultura checa de la segunda mitad del siglo XX. Fue uno de los artífices del éxito checoslovaco en las exposiciones mundiales de Bruselas y de Montreal, gracias a su papel en la creación del sistema de proyección polyekran y el teatro audiovisual conocido como Linterna Mágica.

Dos hermanos entre el cine y el teatro

Alfréd Radok,  foto: public domain
Radok comenzó a estudiar estética e historia del arte, y tras el cierre de las universidades checas por orden de los nazis en 1941, se trasladó junto con su hermano Alfred a Valašské Meziříčí, donde contribuyó a la formación de una escena de teatro local, con autores como Svatoslav Papež, más tarde director de éxito.

Debido al origen judío de su padre, que murió en el campo de concentración de Terezín, los dos hermanos sufrieron persecución durante la ocupación nazi. Alfred llegó a ser deportado a un campo de trabajos forzados, aunque Emil escapó de esa suerte.

Tras la contienda, los dos hermanos volvieron a dedicarse al arte, Emil como crítico de cine y teatro en el diario Práce. Tras la toma de poder de los comunistas en 1948, abandonó la publicación debido a la censura y se orientó a la creación artística de forma activa. Trabajó como guionista en los estudios de cine de Barrandov, después como dramaturgo en el teatro Moravo de Olomouc y más tarde como jefe del departamento de literatura teatral en la editorial Orbis.

Padre del polyekran y la linterna mágica

Polyecran,  foto: archivo de EXPO 1967
A mediados de los 50, Emil Radok pasó a interesarse más por el uso de las últimas tecnologías y los medios audiovisuales. Se asoció con su hermano Alfred, que se había convertido en director de cine, y junto con el escenógrafo Josef Svoboda y el Instituto para la Investigación de Técnicas de Sonido, Imagen y Reproducción, dieron a luz al polyekran.

Se trataba de un sistema de proyección en el que en se podía proyectar en varias pantallas a la vez diapositivas o películas. Consiguieron un gran éxito con él en la exposición de Bruselas de 1958, y fue una de las bases para la Linterna Mágica. El mismo año Emil Radok presentó su única película, ‘Johanes Doktor Faust’, una obra de animación que fue a su modo fundacional, ofreciendo una rama alternativa a la marcada por Jiří Trnka y que después seguirían animadores como Václav Mergl, Jiří Barta o Jan Švankmajer.

La emigración a Canadá

Más repercusión tuvieron sin embargo el polyekran y la linterna mágica. Esta última era una forma de hacer teatro en la que se compaginaba la actuación teatral con proyecciones sobre el escenario, resultando en una especie de mezcla de cine y teatro con nuevas posibilidades.

Expo 1967,  foto: Eva Turečková
La exposición de Montreal de 1967, donde Checoslovaquia enlazaba con el éxito previo de Bruselas, facilitó a los hermanos Radok la emigración una vez que en 1968 la invasión soviética puso fin a las reformas de la Primavera de Praga.

Emil y Alfred se asentaron en Canadá, donde continuaron con su trabajo con el polyekran, creando por ejemplo un mosaico cinético para el pabellón El Mundo de la Energía para el DisneyWorld de Florida. Para la expo de 1986 de Vancouver grabaron la pieza ‘La Doma de los Demonios’ (‘The Taming of the Demons’). Emil Radok murió el 7 de enero de 1994 en Montreal.

Autor: Carlos Ferrer
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