Vacaciones forzadas para el director del Servicio de Inteligencia Civil
El Gobierno en dimisión del primer ministro, Andrej Babiš, recomendó vacaciones forzadas al director del Servicio de Inteligencia Civil (ÚZSI), Jiří Šašek.
Nombrar o destituir al jefe del Servicio de Inteligencia Civil corresponde en Chequia al ministro del Interior, siempre y cuando reciba el aval del Gobierno.
La solicitud del ministro de dicha cartera, Lubomír Metnar, fue respaldada por el Ejecutivo, y el director Jiří Šašek disfrutará a partir de este jueves de vacaciones forzadas por tiempo indefinido, al menos por el momento.
Las razones que se conocen, de acuerdo con el semanario Respekt, indican que en el Servicio transcurre una auditoría por sospechas de administración incorrecta de recursos entre los años 2015 y 2017.El ministro Metnar confirmó a la Radiodifusión Checa que en el Servicio de Inteligencia transcurren profundos controles.
“Partiendo del hecho de que los controles llevarán su tiempo y los realizan empleados del propio Servicio, llegué a la conclusión de que lo mejor es dar de baja, de manera temporal, al director del ente,”.
El líder del opositor Partido Socialdemócrata, Jan Hamáček, eventual socio de coalición del gobernante movimiento ANO, hizo énfasis en que el nombramiento de un nuevo director está en manos de un Ejecutivo regular y no en dimisión.
“Espero que el ministro Metnar o el primer ministro expliquen lo ocurrido. No obstante, lo que debe quedar claro es que el nombramiento de un nuevo director es un asunto en manos del Gobierno aprobado por la Cámara Baja”.Jiří Šašek se encuentra al frente del Servicio de Inteligencia desde el año 2014. Su nombre se hizo público a partir del caso de los cinco ciudadanos checos secuestrados en El Líbano en 2015.
El año pasado el Servicio de Inteligencia cayó en la mirilla de los medios de comunicación como supuesta fuente desde de la que se filtraron escuchas de Andrej Babiš.
El político aseguró entonces que a pesar de no tener pruebas, existía información de que era espiado por una agencia cercana al Servicio de Inteligencia.
El director Šašek rechazó toda acusación y recordó que la jurisdicción de su organización no está en la República Checa. Las tareas del Servicio de Inteligencia es detectar los peligros que puedan atentar contra la seguridad del país desde el exterior, el terrorismo, la proliferación de las armas de destrucción masiva y el extremismo político.Desde la llegada al poder, el Gabinete del primer ministro en dimisión, Andrej Babiš, ha destituido a un total de 12 altos cargos de instituciones públicas y ministerios, lo que algunos sectores de la población han calificado de purgas políticas.