Un fuerte vendaval dejó unos 9500 hogares sin electricidad
La República Checa fue golpeada por la noche y madrugada del miércoles por un fuerte vendaval que afectó tanto el suministro de electricidad como la infraestructura en el país.
Miles de hogares sin electricidad y problemas en la infraestructura sobre todo debido a los árboles caídos.
Este es el balance que dejó un fuerte vendaval que vino acompañado por lluvias en la mayor parte del territorio nacional durante la noche y la madrugada del miércoles.Aún durante de la mañana, algunas líneas ferroviarias se encontraban fuera de servicio. Además, la advertencia de vientos peligrosos publicada por el Instituto de Hidrometeorología Checo sigue vigente hasta la tarde del miércoles, comentó la meteoróloga Martina Odstrčilová.
“Los vientos más potentes se registraron en las montañas. En muchos lugares la velocidad sobrepasó los 100 kilómetros por hora. El vendaval se mantendrá hasta la tarde”.
A las seis de la mañana, la compañía energética ČEZ registraba decenas de averías de la red de suministro de electricidad, dijo Soña Holingerová, portavoz de la empresa.
“Hemos registrado unas 20 averías en la red de suministro de alta tensión y varios defectos de la red de baja tensión. Además, en las primeras horas de la mañana se encontraban sin electricidad unos 7000 hogares. La región más afectada fue el noroeste de la República Checa”.
Otra de las empresas importantes de suministro de energía, E.ON, que opera sobre todo en la región del sur de Moravia, registra siete averías en la red de alta tensión.Según su portavoz, Božena Herodesová, en esta región hay cientos de hogares sin electricidad.
Mientras tanto, en Praga, el viento limitó el transporte fluvial y el tránsito en algunas líneas de tranvía fue interrumpido durante varias horas.
En lo que se refiere al transporte ferroviario, los bomberos consiguieron desbloquear la mayoría de las líneas durante la mañana del miércoles y reportaron que no había heridos en ninguno de los incidentes.
Según informaron los meteorólogos, en Sněžka, la montaña más alta de la República Checa, se registraron vientos de más de 160 kilómetros por hora que corresponde con la categoría de vientos huracanados.