Los checos desconfían del nuevo Reglamento General de Protección de Datos
El nuevo reglamento comunitario para la protección de datos que se aprobó este año parece no convencer a muchos ciudadanos checos, quienes dudan sobre su eficacia.
La premisa de esta normativa es clara, dificultar que las empresas e instituciones utilicen datos personales sin un consentimiento previo. Sin embargo, en la República Checa muchas personas no sienten que estos cambios afecten positivamente a la protección de su información personal.
Para comprobar la opinión de los ciudadanos checos acerca del nuevo reglamento, la Radiodifusión Checa encargó una encuesta a la agencia Median, cuyos resultados muestran que los checos son escépticos al respecto. Así lo explica Martin Kratochvíl, analista de Median.
“Preguntamos si este nuevo reglamento protege los datos sensibles de las personas. Y predomina una visión negativa, el 56% considera que no, frente al 37% que considera que sí es útil“.
La opinión varía según la ocupación de la persona encuestada. Mientras los estudiantes y los empresarios son los que menos confían en el reglamento, entre los empleados es donde recaba más apoyo, ya que el 42% piensa que el RGPD les protege.
Desde la agencia Median señalan que una de las posibles causas de esta visión general tan pesimista puede ser que no haya habido un debate social sobre este cambio. Por lo que mucha gente siente que es una normativa aparecida de la nada impuesta por la Unión Europea.
Pero esto no afecta solo a las empresas privadas, las instituciones públicas también han tenido que modificar algunos de sus procedimientos. Especialmente sensible es la información que atañe a los niños, que ahora necesita ser controlada de forma más estricta. Sobre su experiencia con estos cambios habló para la Radiodifusión Checa Jitka, profesora de un colegio en Bohemia Central.
“Hemos tenido que pedir a los padres que firmen un consentimiento acerca de si podemos publicar información sobre sus hijos. Esto incluye la fecha de nacimiento, la dirección, el seguro médico o su foto en la página web escolar. Por ejemplo, si podemos hacerle una foto cuando visitamos una granja escuela”.Ahora la escuela ya no comparte públicamente las fotos de los niños, comenta.
“Teníamos una galería donde compartíamos todas las fotos, pero tras la aplicación del RGPD fue necesario borrarla y ya no se puede acceder. Cuando hay un evento, ya no fotografiamos a los niños, y si lo hacemos se las enseñamos en la clase, pero no las publicamos”.
El incumplimiento de la nueva normativa, aplicable desde mayo de 2018, puede acarrear multas de hasta 20 millones de euros. Hasta el momento, se han realizado 2300 reclamaciones.