La visita del ministro de Agricultura a Rusia termina con un nuevo desencuentro
Una delegación checa en Rusia liderada por el ministro de Agricultura, Miroslav Toman, tuvo que volver a Praga anticipadamente debido a los obstáculos presentados por las autoridades rusas.
El Servicio de Inteligencia checo (BIS), publicó en su último informe anual algunas advertencias respecto a la actividad de espías extranjeros en la República Checa, entre los que destacó a los de China y Rusia.
Parece que este informe ha podido ser el desencadenante de un nuevo roce entre Rusia y Chequia, cuyas relaciones no han vivido a lo largo de este año sus mejores momentos.
La última polémica surgió durante la misión comercial a Rusia que esta semana encabezó el ministro checo de Agricultura, Miroslav Toman, en la que estuvo acompañado por un grupo de empresarios checos.
Esta delegación tenía planeado estar en Rusia desde el lunes hasta el viernes, pero inesperadamente tuvieron que volver a Praga este jueves. La razón fue que cuando iban a coger un vuelo para visitar Tartaristán, cuya capital es Kazán, las autoridades rusas se lo prohibieron.El ministro Toman señaló para la Radio Checa que hasta aquel momento todo había transcurrido sin problemas, y que los empresarios rusos estaban muy interesados en hacer negocios con Chequia.
“Nos reunimos con el ministro ruso de Agricultura, lo invitamos a visitar Chequia y tenía interés en venir con algunos empresarios. Así que todo estaba yendo de forma correcta hasta el miércoles, cuando justo antes de un vuelo nos dijeron que no teníamos permiso para ir a Kazán”.
Según la parte rusa, se trató solo de una cuestión administrativa y apuntan que actuaron de acuerdo con los procedimientos habituales. El ministro de Relaciones Exteriores checo, Tomáš Petříček, se expresó con cautela por el momento, y dijo que no se toma lo sucedido como un hecho político sino como un asunto técnico y que da credibilidad a las palabras de las autoridades rusas.
Por otro lado, el presidente checo, Miloš Zeman, aludió directamente al reciente informe del Servicio de Inteligencia como causa de este supuesto malentendido. Según declaró a la Televisión Barrandov, considera probable que esta sea una respuesta premeditada de Rusia.“Es posible que esto sea un acto de represalia. Y sí es así, no estoy de acuerdo con ello, pero es necesario saber cuál es la razón”.
Este incidente se suma a otros acontecimientos negativos protagonizados por ambos países durante este año. Por ejemplo, en junio un grupo de diputados rusos propuso que los soldados que invadieron Checoslovaquia en 1968 fueran considerados veteranos de guerra, lo que disgustó a gran parte del Parlamento checo.
Otro ejemplo más reciente fue la cuestión en torno a la estatua del mariscal Konev, que el Ayuntamiento de Praga 6 propuso retirar, tras lo que Rusia dijo que tomaría represalias de llevarse a cabo dicha acción.
Además, este mes Rusia incluyó a la ONG checa Hombre en Emergencia (People in Need) en su lista negra de “agentes extranjeros”.