El dueño de una de las más grandes agencias de viajes checas hace frente a graves problemas financieros
Václav Fischer, dueño de una de las agencias de viaje más grandes del país, es sacudido por problemas financieros. Sus empresas les deben a sus acreedores varios millones de euros y los ejecutores embargaron la semana pasada parte de sus bienes. El magnate petrolero checo, Karel Komárek, ofreció a Fischer pagar sus deudas.
Pero el "boom" de los años noventa pasó y, últimamente, la empresa ha tenido que enfrentarse a la recesión en el sector turismo. En el año 2000, la compañía registró un déficit de más de 20 millones de euros y sufrió más pérdidas después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Poco a poco, el empresario fue contrayendo deudas y en la actualidad debe a sus acreedores varios millones de euros. Los ejecutores embargaron la semana pasada sus cuentas e incautaron parte de sus bienes, no obstante, la agencia de viajes Ficher sigue funcionando y su dueño está convencido de superar los problemas financieros.
"En caso de que fracase la agencia de viajes Fischer, o la compañía aérea Fischer Air, se produciría una situación grave. El mercado checo, e incluso el centroeuropeo, podría quedarse paralizado", advirtió el empresario.
El fin de semana pasado Václav Fischer concluyó un acuerdo con Karel Komárek, copropietario de los Yacimientos Petroleros de Moravia y de varias empresas gaseras checas, quien está dispuesto a pagar sus deudas recibiendo a cambio una participación en sus beneficios.
Ahora todo depende de que los acreedores de Václav Fischer acepten al nuevo inversionista.