Las ciudades checas libran una desesperada batalla contra las palomas

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Las ciudades checas libran una tenaz batalla contra las palomas, pero la están perdiendo. Por más que se esfuercen, los ayuntamientos no consiguen acabar con las palomas que dañan los monumentos, ensucian los edificios y transmiten parásitos.

Los esfuerzos en la batalla contra las palomas resultan vanos ya que una hembra puede tener durante su vida hasta 70 polluelos. En la naturaleza no sobrevivirían, pero en las ciudades proliferan ya que allí no tienen ningún enemigo natural.

En la ciudad de Pilsen, metrópoli de Bohemia Occidental, nidificaban a finales de los años 80 más de diez mil palomas. En los años 90 su número quedó reducido a la mitad debido a la implacable guerra que les hizo la alcaldía. A pesar del ingente esfuerzo de los organismos municipales, en los últimos años la población de palomas en Pilsen volvió a subir alcanzando las 8 mil.

¿Qué hacer?, se preguntan los ciudadanos y los ediles de las urbes checas. Llevar a cabo una captura masiva de palomas y gasearlas es un método que rechazan los protectores de la naturaleza. Los especialistas, a su vez, no recomiendan el uso de cereales envenenados ya que tales cebos podrían provocar la muerte de otras aves.

Las urbes checas tienen una única esperanza: Que regresen a las ciudades las rapaces.Los enemigos naturales de las palomas son los halcones y los gavilanes.

La ayuda de halcones en la lucha contra las palomas es inestimable... Las palomas son la presa preferida de los halcones y la mitad de su alimentación.

La introducción de rapaces es un programa a largo plazo como pone en evidencia el proyecto aplicado en la ciudad de Kromeríz, en Moravia. El ayuntamiento de Kromeríz cuenta con la ayuda de halcones para proteger de las palomas el Palacio Arzobispal y otros monumentos. Los polluelos se obtienen de los criadores que utilizan la inseminación artificial de las hembras de halcón.

En determinada etapa de su crecimiento, los polluelos son trasladados a jaulas especiales que se colocan en las torres de los monumentos de Kromeríz y durante cierto tiempo se les sigue proporcionando alimento. Cuando se adapten las jóvenes rapaces al medio que observan desde su torre, ya estarán habilitadas para buscarse por sí solas el alimento.

La alcaldía de Kromeríz está ensayando la introducción de halcones en la ciudad por tercer año consecutivo. Los ediles esperan que las rapaces reducirán los bandos de palomas que dañan los monumentos inscritos en la lista del patrimonio cultural de la Humanidad de la UNESCO.

El proyecto de introducción de halcones en Kromeríz es de cinco años de duración. Lamentablemente, no todos los polluelos introducidos se convertirán en cazadores de palomas en la ciudad. El halcón suele migrar de un lugar a otro, buscando nuevas áreas para cazar.

En Kromeríz se dan cuenta de que es necesario introducir una veintena de halcones para tener una esperanza real de que una pareja de rapaces nidifique en la ciudad de manera permanente.

El retorno de las rapaces a las ciudades checas es un proyecto a largo plazo. Los espacios verdes donde encuentren un adecuado hábitat escasean en las urbes checas. Las zonas verdes en los suburbios se cubren de gigantescos centros comerciales y de autopistas. No será pues en los próximos años que vuelvan las rapaces a las ciudades para ayudarnos a luchar con la plaga de las palomas.