El punto de vista del experto: Jirí Pehe
Los comicios legislativos representaron una gran victoria para los socialdemócratas. Vladimír Spidla tiene una posición muy holgada ya que puede elegir entre varios socios para formar una coalición. Las elecciones representaron una gran victoria para los comunistas, aunque sería más preciso sería decir que fueron una gran derrota para el Partido Cívico Democrático que invirtió mucho dinero y energías en la campana electoral. Este partido quedó prácticamente fuera de juego, y es la agrupación con menos posibilidades para integrar cualquier coalición...
"Los comicios legislativos representaron una gran victoria para los socialdemócratas. Vladimír Spidla tiene una posición muy holgada ya que puede elegir entre varios socios para formar una coalición. Las elecciones representaron una gran victoria para los comunistas, aunque sería más preciso sería decir que fueron una gran derrota para el Partido Cívico Democrático que invirtió mucho dinero y energías en la campana electoral. Este partido quedó prácticamente fuera de juego, y es la agrupación con menos posibilidades para integrar cualquier coalición.
Tampoco debemos olvidar que las elecciones representaronon una gran pérdida para la "Coalición", integrada por el democristiano Partido Popular y por la Unión de la Libertad. Esta formación no pudo asimilar el desmantelamiento de la "Coalición de los Cuatro" y tampoco logró recuperar el potencial electoral del que disponía como "Coalición de los Cuatro".
En cuanto al desarrollo en el escenario político checo, considero que los socialdemócratas tratarán de formar gobierno con la "Coalición". Se trataría de una unión más natural y lógica porque estos dos partidos son muy cercanos en cuanto a programas y metas. En cuanto a las diferencias, estas siempre se pueden superan por medio del diálogo.
Por otro lado, los 101 escaños con los que dispondrían estos dos partidos en el nuevo Parlamento podrían provocar cierta inestabilidad y problemas al gobierno. Pero hay que contar también con la oposición, en la que se encontrarían los comunistas y el Partido Cívico Democrático. Francamente dicho, dudo que estas dos formaciones políticas tan antagónicas adoptarían pasos conjuntos para boicotear al gobierno. De manera que los socialdemócratas siempre podrían contar con el apoyo de uno o del otro partido de oposición. Esto podría representar para los socialdemócratas una gran ventaja para la estabilidad del gobierno.
En cuanto al Partido Cívico Democrático - su líder, Václav Klaus rechazó categóricamente la creación de una coalición con los socialdemócratas, hecho que no le favorece y disminuye sus posibilidades para elegir al futuro Presidente de la República. Sin embargo, no dudo que Václav Klaus se empeñará por volver al escenario político checo. Y puesto que Klaus es euroescéptico, opino que su partido obtendrá poco a poco un rostro abiertamente antieuropeo. En caso de que el referéndum sobre la entrada del país en la UE terminara en un fracaso, el gobierno proeuropeo se vería obligado a dimitir. Esta será, a mi juicio, la futura estrategia del Partido Cívico Democrático en caso de que quede relegado a las bancas de la oposición."