Los ataques terroristas del 11 de septiembre repercutirán también en la economía checa
Las repercusiones de los ataques terroristas contra Estados Unidos se dejarán sentir pronto también en la economía checa. De la inminente desaceleración económica advirtió ayer martes al gobierno checo la misión del Fondo Monetario Internacional.
"La desaceleración de la economía mundial que siguió al 11 de septiembre, repercutirá inevitablemente sobre la República Checa," afirmó el jefe de la misión del FMI, Masahiko Takeda. La incertidumbre que se extiende por Europa alcanzará a la República Checa según Takeda todavía en el último trimestre del presente año y se manifestará de lleno en el 2002.
Por eso el Fondo Monetario Internacional ha revisado a la baja su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto checo para el próximo año. En vez del 3,9 por ciento, pronosticado en junio, los expertos del FMI estiman que la economía checa crecerá en 2002 al ritmo de 3,5 por ciento.Pero advierten, además, de que tal evolución está condicionada por la recuperación de la economía en la Unión Europea donde la República Checa comercializa la mayor parte de su producción.
En el primer semestre del año en curso el rendimiento de la economía checa superó las expectativas del FMI de manera que éste cree que a finales de año la economía checa alcance un crecimiento del 3,3 por ciento.
El FMI advierte al mismo tiempo que no sería deseable el gobierno checo se ponga a luchar contra la desaceleración aumentando los gastos.De cara al elevado déficit presupuestario sería una política inoportuna, señalan los expertos del FMI, sobre todo al reinar la incertidumbre sobre la posible duración de la desaceleracion global.
El Fondo Monetario Internacional considera como una de las mayores amenazas que se ciernen sobre la economía checa la continua apreciación de la corona. La próxima venta de gigantescas empresas estatales del sector de la energía, el gas y la petroquímica a inversores privados supondrá una nueva presión de revalorización sobre la moneda checa. Si el mercado reaciona desmesuradamente a la afluencia del capital extranjero, otra intervención del Banco Central Checo para detener la apreciación de la corona estaría justificada, opina el FMI.