¿Destruirán los garajes subterráneos el patrimonio arqueológico de Praga?
No habrá más calles abarrotadas de coches:los autos aparcarán en los parques de estacionamiento subterráneos.Ésta es la visión de la cara de Praga en el siglo 21 que promueven algunos ediles. Los arqueólogos alertan que en caso de proseguir el actual boom de grandes edificios dotados de garajes subterráneos, el patrimonio histórico escondido en el subsuelo de la capital checa, desaparecerá para siempre, destruido por las excavadoras y cubierto por capas de hormigón armado.
Los urbanistas proponen que en el perímetro del casco histórico de Praga que tiene el estatuto de reserva urbana, sean construídos garajes subterráneos para 15 mil coches, ya que la actual capacidad- 4 mil plazas de estacionamiento en los garajes- no es suficiente.
Sin embargo, los arqueólogos insisten en que 122 lugares en el centro de Praga son tan valiosos desde el punto de vista histórico que en los mismos no deberían ser construídos garajes subterráneos. Antes de iniciarse cualquier obra, la ley ordena realizar en el terreno una exploración arqueológica, pero los especialistas en patrimonio saben que muy poco puede salvarse para las generaciones venideras cuando en el solar ya rugen, impacientes, las excavadoras.
Últimamente se construye el mayor número de garajes subterráneos debajo de nuevos edificios administrativos y centros comerciales.Es que al construir un nuevo edificio los inversionistas deben acatar la directriz del ayuntamiento que les ordena resolver el estacionamiento de los coches.
Ello significa prácticamente siempre la construcción de garajes subteráneos ya que los inversores no quieren perder los lucros del alquiler de los recintos comerciales, situados sobre el nivel de la tierra, donde teóricamente podrían aparcar los autos.
Desde el punto de vista económico, la construcción de los garajes subterráneos es la más ventajosa.Pero Praga corre el peligro de destruir para siempre las huellas de la historia milenaria que guarda su subsuelo. Debajo del pavimento de la Plaza Mariana, en la Ciudad Vieja de Praga, se encuentran, por ejemplo, los restos de la iglesia románica consagrada a la Virgen, debajo de la Plaza de Carlos, en la Ciudad Nueva de Praga, se ocultan los restos de la capilla medieval de Corpus Christi.
De los más recientes descubrimientos arqueológicos en el subsuelo de la capital checa el que causó más revuelo fue el hallazgo de un cementerio judío medieval, en la céntrica calle Vladislavská. Poco faltó para que las protestas de la comunidad judía checa e internacional impidieran la construcción del nuevo edificio de la Compañía de Seguros Checa.
Para evitar semejantes sorpresas, los arqueólogos elaboraron una lista de 122 lugares que ocultan en su subsuelo un valioso patriomonio arqueológico. La directora del Departamento del desarrollo urbano de Praga dijo a la prensa que los estudios urbanísticos toman en consideración su protección.
Los arqueólogos temen, no obstante, que los trámites encaminados a proteger el patrimonio del subsuelo praguense se dilaten demasiado y que una vez terminados ya no quede nada qué proteger.