El zoológico de Praga
Al ser inaugurado el 28 de septiembre de 1931, el zoológico de la capital checa se extendía en una superficie de 8 hectáreas y contaba con unos 200 animales. Antes de que el zoo abriera sus puertas, su fundador, el Profesor Jirí Janda, había criado muchos de los futuros pupilos del zoológico primero en su piso y posteriormente en un chalet del propio barrio de Troja.
El zoo de la capital checa tiene hoy una superficie de 58 hectáreas, en un terreno tan variado que, por ejemplo, permite a los cóndores sentirse como en un desfiladero rocoso de los Andes, y a los caballos Przewalski lanzarse a galope en un terreno parecido a la estepa. Dado lo accidentado del terreno del zoo praguense, en su recinto funciona un pequeño teleférico.
Recorriendo los 10 kilómetros de sendas asfaltadas del zoo praguense, los visitantes pueden conocer cerca de 400 especies animales. Últimamente se han incorporado cinco gorilas que se han instalado en un nuevo pabellón.
Por sus éxitos en la cría de especies animales raras, el zoológico de Praga goza de prestigio internacional.
Para los praguenses es una de las metas de las excursiones familiares de fin de semana. El zoológico está ubicado en un paisaje soleado, en la orilla derecha del río Vltava, lejos del bullicio citadino.
Ya los primeros reyes checos, tras escoger al león como animal heráldico, consideraban su deber criar en el Castillo de Praga al menos un ejemplar del "rey de la selva" que figuraba en el escudo nacional.La cría de animales en el Castillo de Praga conoció su auge durante el reinado del emperador Rodolfo II. A finales del siglo 16 y principios del siglo 17, en el Castillo se criaban hasta orangutanes, aunque también era famosa la cría de leones.
Sin embargo, durante la Guerra de los Treinta Años, entre 1618 y 1648, Praga fue perdiendo su importancia "lo mismo que la cría de fieras- y a mediados del siglo 18 desapareció del Castillo de Praga el último león.
Cuando a finales del siglo 19 se iniciaron los debates sobre la necesidad de fundar un zoo en Praga, todas las metrópolis europeas ya contaban con un parque zoológico. En Praga hubo varios intentos de fundar un zoológico, pero todos fracasaron. De manera que el primer zoológico en las tierras checas surgió en 1919 en la ciudad de Liberec, por mérito de la Asociación Alemana de Ciencias Naturales.Praga no fue entonces la primera en tener un zoológico, pero esperar valió la pena ya que se encontró un terreno ideal para su ubicación. El Profesor Jirí Janda escribió en el periódico Národní Listy sobre el lugar donde se implantaría el zoológico de Praga:
"Disponemos de un terreno que nos envidiarían todos los especialistas. Tiene rocas que en otros zoológicos deben ser construídas artificialmente, así como una llanura, una pendiente y un alto batido por los vientos.Y todo este romántico espacio forma un anfiteatro, orientado al sur."
Entre los primeros pupilos del zoológico de Praga, que abrió sus puertas hace 70 años, figuraban la hembra de lobo Lotta, un macaco de Java y otros animales que antes habían poblado el chalet del fundador del zoo: el Prof. Jirí Janda, incluída la legendaria leona Sárka.Con el incremento del número de pabellones del zoológico de Praga también aumentó el de sus pupilos. El zoo compraba animales a los circos o adquiría nuevos ejemplares gracias a las donaciones de instituciones públicas o de mecenas.
En 1932 el zoo de Praga adquirió la primera pareja de caballos Przewalski, cuya cría afamaría al parque zoológico de la capital checa en el ámbito internacional. El caballo Przewalski se ha convertido en el emblema del zoo de Praga.Hasta la actualidad han nacido en el zoo de Praga casi 200 potros del caballo Przewalski. Y precisamente en la capital checa se lleva a cabo el registro mundial de todos los caballos Przewalski, especie amenazada de extinción.
En la década del 30 el zoo de Praga adquirió también un hipopótamo, un rinoceronte y el primer elefante de la India, el popular Baby. En los años 40, en el zoo praguense vio la luz el primer osito polar del mundo nacido en cautiverio.
Terminada en 1945 la conflagración mundial, el zoológico de Praga siguió ensanchándose y en su parte alta se construyeron los pabellos de simios y de mamíferos raros, y a mediados de los 50 también el pabellón de aves acuáticas.
El zoo de Praga fue atrayendo a un número cada vez mayor de visitantes, y con los años fueron visitándolo hasta 800 mil personas al año. El número de visitantes alcanzó su máximo en la segunda mitad de los ochenta. A principios de los 90, cuando los checos empezaron a tener a disposición un amplísimo abanico de posibilidades de cómo pasar el tiempo libre, la corriente de visitantes disminuyó. En los últimos años el zoológico de Praga vuelve a recuperar a su público. Por ejemplo, en 1999 visitaron el jardín zoológico 615 mil personas.Los amantes de los animales tienen ahora la posibilidad de adoptar a su animal predilecto. La adopción consiste en que el interesado aporta anualmente una suma equivalente a unos 30 dólares para la alimentación del animal adoptivo. Como recompensa, el nombre del donante aparece en una placa en la jaula de su pupilo.