También en Praga se baila el tango argentino
Katerina Malisová y Marek Stefan es una pareja que se dedica al baile de salón, de manera profesional, desde hace once años. Compitiendo en los bailes estándar, o sea en el Vals Inglés, Tango, Vals Vienés, Slow Foxtrot y Quickstep, se clasificaron cinco veces para la final del Campeonato de la República Checa. Sin embargo, un día conocieron el tango argentino que les encantó de tal manera que acabaron con los bailes estándar para entregarse plenamente a su nueva pasión.
¿Cuándo y dónde toparon con el tango argentino?
"Nos encontramos con el tango argentino hace varios años en Londres donde ensenábamos los bailes estándar. Por casualidad visitamos una sala de baile donde los maestros primero ensenaban el tango argentino y luego daban el espacio para que los visitantes pudieran bailarlo a su gusto. Nos enamoramos tanto del tango argentino que acabamos con los bailes estándar".
¿Qué les encantó en este baile?
"Los bailes estándar, con inclusión del tango de salón, tienen su ritmo dado, su técnica y sus pasos estrictos los que la pareja tiene que respetar si quiere competir en ellos. Estos bailes no le dan la posibilidad ni de improvisar ni de enriquecerlos con su propia individualidad. No olvide que el tango de salón no surgió en Argentina sino en Inglaterra en el marco de los bailes estándar. El tango argentino carece, por su parte, del ritmo estricto, los bailadores pueden ejecutarlo de manera rápida o lenta, cómo les dé la gana, pueden cambiar sus figuras e incluso inventar las propias. Es precisamente la libertad que da el tango argentino lo que nos fascina".
La senorita Katerina opina que distinguir entre dos tipos del tango, el social y el argentino, no es correcto porque se trata de dos bailes absolutamente diferentes.
"El tango argentino no es solamente un baile, es una filosofía con la que se vincula un estilo de vida característico y en la que se refleja especialmente una relación específica entre el hombre y la mujer. Es una pasión para toda la vida".
¿Cuál es, entonces, la relación entre los sexos que se refleja en el tango argentino?
"Pienso que hay dos formas. El tango argentino puede ser expresión de un comportamiento galante y cortés del hombre hacia la mujer. El hombre insinúa que tiene interés por la mujer y se esfuerza por atraer su atención. Pero hay también otra forma, más dinámica, violenta y machista con la que el hombre da a entender a la mujer que es él quien domina la situación y espera que la mujer le obedezca. A mí me gusta la primera forma en la que la mujer es verdaderamente la mujer y el hombre se comporta debidamente, algo que ha estado desapareciendo de la sociedad contemporánea. Pero subrayo que siempre depende de la pareja que lo ejecuta. El tango argentino en sí mismo no es un baile machista".
¿Organizan en Praga cursos de tango argentino?
"Sí, los organizamos desde hace dos años y el interés aumenta. A nuestros cursos acude gente de veinte a sesenta años, tanto checos como extranjeros que viven en Praga o que solamente están aquí por una breve visita y quieren distraerse.
¿A qué se debe el creciente interés por el tango argentino?
"Opino que a la curiosidad de los checos y sus ganas de probar algo más que la polka y vals vienés, o sea dos bailes típicos nacionales. Después de la Revolución de Terciopelo, en 1989, la sociedad checa se abrió al mundo, absorbiendo nuevas tendencias cosmopolitas. No es solamente el tango argentino lo que se empieza a bailar en Praga, son también la salsa, el flamenco o el merengue".