Misa Navideña Checa de Jakub Jan Ryba
En esta mágica Nochebuena queremos ofrecerles, amigos, un regalo de Navidad que pueda llegar a cada uno de ustedes. Se trata de la graciosa música de la Misa Navideña Checa, de Jakub Jan Ryba, que sonó por primera vez en 1796 en una pequeña iglesia de Rozmitál por Tremsínem, en Bohemia del Sur.
La Navidad checa tiene sus grandes símbolos, sin los cuales los días navideños, y sobre todo la Nochebuena, son inconcebibles. Uno de ellos es la Misa Navideña Checa de Jakub Jan Ryba - maestro, organista y director del coro de la iglesia de Rozmitál pod Tremsínem.
A pesar de vivir lejos de los grandes centros culturales, Jakub Jan Ryba era un hombre culto: conocía filosofía, dominaba varios idiomas y poseía, además, extraordinarias dotes pedagógicas. En el medio provinciano, el compositor enfrentaba la animadversión de espíritus mezquinos y ello fue una de las causas del desenlace trágico de su vida: el talentoso compositor se suicidó.
Pero dejó a las generaciones venideras un legado precioso - centenares de composiciones sacras y numerosas misas. Jakub Jan Ryba fue un autor muy fructífero, que compuso 19 misas con motivo de las Fiestas de Navidad.
Una de ellas es también la tan popular y conocida en las tierras checas Misa Navideña Checa, considerada como una de las joyas más preciosas de la cultura nacional y uno de los símbolos de la Navidad en este país.
En la Misa Navideña Checa, el compositor sustituyó el texto latino por el checo y la propia misa está compuesta por primorosas composiciones pastorales. La obra representa un diálogo de pastores en la mágica noche de Navidad, en que el Niño Jesús nació en Belén, transmitiendo una atmósfera de alegría, amor y bienestar.
Por lo tanto, la Misa Navideña Checa, de Jakub Jan Ryba, no puede ser catalogada como una misa litúrgica en el propio sentido de la palabra. Es más bien una composición pastoril, que tiene en Bohemia una larga tradición y que, a partir del siglo 18, adquirió en las tierras checas rasgos propios y originales.
No obstante, la vida del compositor no fue nada alegre y encantadora. Jakub Jan Ryba nació el 26 de octubre de 1765 en Prestice, región de Pilsen. Desde pequeño se sintió atraído por la música, pero la familia carecía de recursos financieros. Por esta razón, de la educación musical del niño se ocupó en los primeros años su padre, de profesión maestro.Jakub Jan Ryba fue muy talentoso. Pronto aprendió a tocar el violín, el piano y el órgano, de manera que a sus diez años de edad era capaz de sustituir a su padre durante las regulares misas santas en Nepomuk, donde se trasladó a vivir la familia.
Durante sus estudios en el gimnasio escolapio en Praga, Jakub Jan Ryba se sintió muy feliz por poder estudiar la música. Allí comenzó a hacer grandiosos planes para el futuro.
Soñó con convertirse en director de orquesta, componer y viajar por el mundo. No obstante, antes de terminar los estudios en Praga se vio obligado a volver a Nepomuk para ayudar a su padre a mantener la familia.
Poco después, el ambicioso joven y fanático admirador de la literatura filosófica recibió la oferta de desempeñarse como maestro escolar en la pequeña ciudad de Rozmitál pod Tremsínem. Bajo la presión de su padre, Jakub Jan Ryba aceptó, sin sospechar de que se trataba de una decisión que en el futuro tendría consecuencias fatales para él.
Jakub Jan Ryba se sintió muy infeliz y deprimido en la ciudad de Rozmitál pod Tremsínem. Y no hay lugar de extrañarse. El hombre ambicioso y progresivo, que admiraba filósofos antiguos y cuyos autores preferidos fueron Juan Amos Comenio y Séneca, se encontró de repente en una ciudad pequeña donde la educación tuvo para la gente demasiado poca importancia.Poco después contrajo matrimonio y tuvo trece hijos. La joven familia vivía en una sola habitación en el edificio de la escuela local, que fue una construcción oscura, vieja y húmeda. Sin embargo, Jakub Jan Ryba se esforzaba con entusiasmo cambiar el ambiente en la escuela.
Una vez terminadas las clases, el maestro ofrecía a los niños clases gratuitas de música y de canto. En el tiempo libre se dedicaba a tocar el órgano y a componer conciertos, sinfonías, misas y también canciones para sus pequeños alumnos. Además, en avanzadas horas de la noche solía dedicarse a la escritura de un manual sobre la educación musical de niños escolares.
No obstante, sus métodos progresivos de educación escolar y todas sus actividades en general eran recibidas con desprecio e incomprensión por parte de las autoridades locales y también de la mayoría de los padres.
Se estima que precisamente a consecuencia del sentimiento de soledad, Jakub Jan Ryba comenzó a tener problemas con la salud no solo física, pero también psíquica. Fue la depresión que con el tiempo se convirtió en su fiel compañera y que, con toda probabilidad, ocasionó su muerte el nefasto día del 8 de abril de 1815.En esa fecha, Jakub Jan Ryba se despidió de su familia y salió al bosque armado con una navaja de afeitar y el libro de Séneka "Consolaciones". Su cuerpo lo encontraron después de tres días. En la última página del libro hallaron varias líneas de texto que Ryba escribió probablemente antes de suicidarse.
"Despedida del mundo de Jakub Jan Ryba, maestro escolar de Rozmitál pod Tremsínem. Me muero porque me repugna este mundo y su gente. Espíritu de todos los espíritus, reciba mi alma. Mi querida esposa, te agradezco por tu fidelidad, atención y amor. Que Dios te lo agradezca. Besos a tí y a nuestros hijos. Oren y disfruten..."
Como suicida, Ryba fue sepultado silenciosamente y sin ceremonias en las afueras de la ciudad de Rozmitál, donde solían sepultar las víctimas de la peste.
Recién después de 40 años uno de sus hijos logró trasladar sus restos mortales al cementerio oficial de la ciudad. Así, Jakub Jan Ryba descansa muy cerca de la iglesia local en la que probablemente en 1796 se escucharon por primera vez los tonos de su famosa Misa Navideña, interpretada por el propio compositor.
Una larga escalera de madera conduce al coro de la iglesia de Rozmitál pod Tremsínem. Pero el profesor de la Escuela de Artes local, Hubert Hoyer, es capaz de subirla con los ojos cerrados. Resulta que la subió probablemente mil veces desde sus diez años, cuando por primera vez participó como violinista en la interpretación de la Misa Navideña en Rozmitál pod TremsínemHubert Hoyer afirma que desde pequeño fue un músico apasionado y gran admirador de la música de Jakub Jan Ryba. También por ello se desempeña hoy en día como presidente de la Sociedad de Jakub Jan Ryba, que fue fundada en 1990 en Rozmitál pod Tremsínem con la meta de conservar y ampliar el legado de ese gran compositor checo.
"La Sociedad de Jakub Jan Ryba fue fundada después de los cambios democráticos en 1990 por un reducido grupo de entusiastas y amantes de la música locales. Surgió espontáneamente la idea de dedicarse al legado de este gran compositor checo que pasó una gran parte de su vida precisamente en nuestra ciudad".
Las actividades de la Sociedad de Jakub Jan Ryba son muy diversas. Sus miembros lograron, por ejemplo, situar una placa conmemorativa en la iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, donde tuvo su estreno la Misa Navideña de Jakub Jan Ryba. Editaron varios almanaques sobre la vida y la obra del compositor, mantienen contactos con sus descendientes y se empeñan, sobre todo, por conservar y popularizar su obra.
Según destacó Hubert Hoyer, todos conocen a Jakub Jan Ryba como autor de la Misa Navideña, pero pocos saben que fue un compositor muy fructífero y talentoso. Sus manuscritos posee el Museo de Música, que forma parte del Museo Nacional. En colaboración con especialistas como, por ejemplo, Jiri Berkovec, se logró descubrir muchas obras desconocidas de Ryba. Y las investigaciones continúan, subrayó el presidente de la sociedad.
"Así, por ejemplo, se conservaron dos Cuartetos para flauta de Jakub Jan Ryba. Uno de ellos, en Do Mayor, fue editado en el pasado por la casa discográfica checa Supraphon. Sin embargo, el segundo prácticamente se desconoce. En cooperación con el flautista checo Jan Ostrý, este segundo Cuarteto para flauta tuvo su estreno en 2002 en Rozmitál pod Tremsínem".
El presidente de la Sociedad de Jakub Jan Ryba, Hubert Hoyer, recordó que el éxito fue rotundo. Señaló que con ello fue dado el impulso para la edición de cuatro cuartetos de Jakub Jan Ryba - dos para flauta y dos para violín.En el museo local, situado en la plaza principal de Rozmitál pod Tremsínem, se encuentra la Sala de Jakub Jan Ryba. El visitante puede encontrar allí manuscritos del compositor, cuadros, partituras y también dos antiguos libros gruesos que, según explicó Hubert Hoyer, representan los diarios en los que Jakub Jan Ryba anotaba los principales sucesos de su vida después de su llegada a Rozmitál pod Tremsínem. "Los escribía hasta su muerte", matizó Hubert Hoyer.
Agregó que todos los visitantes se fijan de un retrato de Jakub Jan Ryba que se encuentra en uno de los paneles. Señaló que se trata de un retrato ficticio, obra del pintor checo Gustav Pták, puesto que se desconoce el rostro real del compositor. "Hasta la actualidad no se había conservado ningún retrato suyo", explicó el presidente de la sociedad.
Pero lo que sí se conservó es el órgano en el que Jakub Jan Ryba componía sus obras maestras y en el que por primera vez interpretó en 1796 su famosa Misa Navideña. El órgano está situado en la iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, en Rozmitál pod Tremsínem.
El instrumento se somete regularmente a procesos de mantenimiento y su sonido es excelente, destacó el presidente de la Sociedad de Jakub Jan Ryba, Hubert Hoyer, y nos ofreció la siguiente muestra.
Jakub Jan Ryba tuvo una familia numerosa, que después de su muerte fue amenazada con vivir en pobreza. Varios años después la viuda Anna contrajo matrimonio con un ayudante en la escuela y amigo cercano de Jakub Jan Ryba, que fue 25 años menor que ella.
"De los trece niños de Jakub Jan Ryba seis fallecieron pronto. De los siete restantes la mayor fama adquirió el mayor de ellos, Josef Arnost, que se desempeñó como profesor en la Universidad Carolina de Praga. Entre 1847 y 1849 era hasta decano de la Facultad de Medicina. También él escribía un diario, en el que recordaba a su padre y que sirve a los científicos como una valiosa fuente de información sobre la vida de Ryba."Según destacó el presidente de la Sociedad de Jakub Jan Ryba, Hubert Hoyer, algunos de los descendientes del compositor son incluso miembros de la asociación. Ivana Krchovová es, por ejemplo, descendiente de la hija del compositor, Klemetina.
Ivana Krchovová se siente muy orgullosa de ello aunque, según admitió, cuando era joven no solía contribuir mucha importancia al hecho de que proviene de una familia famosa en la República Checa.
Como ya hemos dicho, la Misa Navideña de Jakub Jan Ryba es muy conocida y popular en la República Checa. Se puede escuchar también en otros países y fue traducida al inglés, el alemán, el francés y a varios otros idiomas, destacó Hubert Hoyer.
"Poco a poco, la misa Navideña de Jakub Jan Ryba adquiere fama mundial. Esta obra la pudo escuchar el público de Nueva Zelandia, Canadá, Australia y otros países de todo el mundo. Estimo que el gran éxito de la Misa Navideña sorprendería al propio compositor porque, según se desprende de sus diarios, él nunca la consideraba como su obra cumbre".
La Misa Navideña fue una de las primeras misas en idioma checo. Pocos saben, además, que Jakub Jan Ryba no sólo compuso la música, sino también escribió la letra. De manera que a Ryba hay que considerarlo como un excelente compositor, así como un gran poeta checo. En el hecho de que Ryba es el autor absoluto de la misa consiste, probablemente, el único carácter íntegro de esta obra musical, matizó Hubert Hoyer.
La Misa Navideña de Jakub Jan Ryba suena en este día festivo en muchas catedrales, iglesias y hogares de toda la República Checa. Expresa la alegría del nacimiento de Jesucristo y transmite la atmósfera de amor, paz y tranquilidad.
"Con alegría, júbilo y regocijo, con el corazón alegre salimos de Belén, sintiendo una gran alegría", se canta en la parte final de la Misa Navideña de Jakub Jan Ryba.
Y aquí finaliza, amigos, esta emisión de Radio Praga. Nos despedimos de ustedes en nombre de toda la Redacción Iberoamericana de Radio Praga, deseándoles que el amor, la paz y la tranquilidad reinen en sus hogares durante estas fiestas Navideñas.