Ministro Heger: “La salud pública es más importante que el presupuesto nacional”

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El Estado pierde cada día un millón de euros por los impuestos al alcohol que no está ingresando desde que se proclamó la ‘ley seca’. Las cantidades encontradas de alcohol adulterado, que el ministro de Salud Leoš Heger ha comparado con armas de destrucción masiva, son tan preocupantes como para no saber cuando concluirá la prohibición.

Leoš Heger y Miroslav Kalousek,  foto: ČTK
El ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, desearía rápidamente acabar con la prohibición de venta y distribución de bebidas por encima del 20% de contenido alcohólico que desde el viernes pasado rige en el país.

La crisis del alcohol adulterado no solo pone en la cuerda floja a la industria licorera, que al día pierde unos 600.000 euros, sino que el mismo Estado, en plena época de recortes y austeridad, deja de ingresar alrededor de un millón de euros cada 24 horas por los impuestos con los que están cargadas las bebidas alcohólicas.

El Gobierno seguirá debatiendo prácticamente a diario qué hacer para solucionar lo más rápido posible este problema. Pero antes de la economía está la salud, dice el ministro de esa cuestión, Leoš Heger. Los últimos logros policiales no hacen sino aumentar la alerta, explicó este martes.

“En barriles se ha identificado un total de 260 litros de alcohol que contenían una concentración de metanol de entre un 20% y 30%. Eso son dosis de una toxicidad máxima, que en la cantidad encontrada, empieza a ser como un arma de destrucción masiva”.

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En otra operación en el este del país se encontraron casi cien mil sellos oficiales del Estado que iban a ser utilizados para precintar botellas ilegales.

El cuerpo Metyl creado especialmente para investigar este caso, que forman casi 30 agentes, no deja de anotarse éxitos. Pero el problema es de tales dimensiones y profundidad que pasará aún bastante tiempo antes de que se desenmarañen las claves y las bases de una industria ilegal que sostenía al menos la quinta parte del mercado total de bebidas alcohólicas.

El ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, también acepta que la salud es la gran prioridad, pero quiere encontrar la fórmula que permita suavizar la ‘ley seca’, y así volver a ingresar con su consumo en las arcas del Estado. Este miércoles propuso la emisión de nuevos precintos.

Pavel Kováčik, que encabeza la bancada parlamentaria del Partido Comunista, criticó las prisas de los gobernantes ahora, después de mirar hacia otro lado durante años.

“La causa de todo esto es que los últimos Gobiernos han renunciado a las funciones de control del Estado. Solo se hacen controles cuando llega el problema. Esa es la cuestión fundamental a la que debemos dedicarnos todo el espectro político para encontrar soluciones rápidamente”.

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Las dimensiones del mercado del alcohol checo son grandiosas. Según los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud, la República Checa es el cuarto país del mundo en consumo de alcohol etílico puro por habitante mayor de 15 años. El checo medio ingiere al año 12,1 litros de etanol, aunque la mayor parte de este es tomado como componente de la cerveza, a la que no afecta la prohibición. La tendencia del consumo de bebidas fuertes decrece mientras aumenta la de vino.

El metanol ha acabado por el momento con 23 personas. Las autopsias a otros dos fallecidos no han confirmado su relación con el alcohol adulterado. Los enfermos que están siendo tratados suman unos 40. El balance de inculpados por la Policía es hasta ahora de 24 personas. Polonia y Eslovaquia han prohibido la importación y venta de licores checos en sus países.