Miles de personas tienen agua potable gracias al programa Praga-Haití
Cavar un pozo de agua potable puede salvar vidas. Un grupo de entusiastas checos lo ha podido comprobar en el país más pobre del Hemisferio Occidental, y fue así como surgió el programa de ayuda para el desarrollo Praga-Haití.
Un total de 30.000 personas aprovechan el agua de 30 pozos cavados por expertos checos en Haití. La organización ciudadana Fidcon decidió poner en marcha un programa de ayuda para el desarrollo con el fin de abastecer agua potable a los más necesitados.
Uno de los lugares con enormes problemas de carencia de agua es Haití, según determinaron los expertos, y es así como en 2010 nace el programa Praga-Haití, según recordó su director Ivo Roškanin a la Radiodifusión Checa.
“Nuestros técnicos han realizado en Haití unas cien excavaciones de las cuales surgieron 30 pozos de agua potable. Nos encargamos del mantenimiento de todos los pozos, pero diez ya los administran organizaciones locales”.
Ivo Roškanin:
“Nuestros técnicos han realizado en Haití unas cien excavaciones de las cuales surgieron 30 pozos de agua potable”.
Las condiciones en Haití son muy difíciles. Además de un enorme crecimiento de la población, el país se ve azotado por fenómenos naturales, explicó Roškanin.
“La población de Haití fue de un millón de personas hace 100 años, pero hoy ya tiene más de 10 millones. En la isla no hay espacio para tantas personas, por lo que muchos viven en lugares sin agua, sin campos para labrar y todos los años les afectan huracanes, inundaciones o alguna epidemia. No tienen agua, materiales para la construcción, alimentos”.
Las condiciones en el país más pobre del Hemisferio Occidental resultan inimaginables para los ciudadanos de los países desarrollados. A la escasez de agua y alimentos, hay que sumar la falta de infraestructuras, materiales de construcción o repuestos y accesorios para vehículos y maquinaria.
Para el joven arquitecto checo Petr Vacek el programa Praga-Haití ha representado todo un desafío. Se encargó del diseño de la futura base de operaciones que, además de abrigo para los expertos y sus máquinas, servirá de centro de instrucción, tal y como explicó.
“Después de que terminemos nuestra base, con un taller para impartir clases, el programa de ayuda se ampliará a proyectos de ayuda para el desarrollo, dirigidos a la educación. Se impartirán diferentes cursillos de capacitación técnica”.
Petr Vacek:
“Praga-Haití es una de las pocas organizaciones que es capaz de cavar pozos y poner el agua a disposición de todos”.
El arquitecto Vacek reconoció que la experiencia en Haití ha sido muy rica por un lado, pero muy fuerte por otro, ya que comprendió la importancia que tiene el agua para los seres humanos.
“Me afectó mucho el hecho de constatar que el agua es vida. Praga-Haití es una de las pocas organizaciones que es capaz de cavar pozos y poner el agua a disposición de todos. Esto ayuda a elevar de una manera increíble el estándar de vida de las personas en Haití”.
Gracias al programa Praga-Haití los expertos checos han conseguido acercarse a las personas más necesitadas de la isla y han puesto por todo lo alto el nombre de la República Checa.
Para llevar a cabo sus programas de ayuda para el desarrollo, Praga-Haití y la organización Fidcon cuentan con donaciones de instituciones, personas particulares, grupos de la Iglesia católica, y de un fuerte grupo de voluntarios.