Los diputados checos están renuentes a que les bajen el salario

El Gobierno de la República Checa no logró imponer en la Cámara Baja su proyecto de cambio de la remuneración de los altos cargos del país.

Cuando a principios de noviembre el vicepresidente del gobierno checo, Vladimír Spidla, declaró su intención de lograr que los salarios de los jueces, ministros y diputados aumentaran en la misma proporción que los de los funcionarios, parecía que su proyecto tenía grandes posibilidades de adquirir el visto bueno de los diputados.

Pero la realidad de este martes le demostró lo contrario: los legisladores checos, renuentes a ganar menos, rechazaron el proyecto que haría disminuir sus pingües beneficios por concepto de salario y de ayuda de costes relacionados con su cargo. Los diputados le devolvieron a Spidla, ya en primera lectura, los dos borradores de enmienda de ley sobre salarios, que había presentado. En contra votaron todos los diputados, con excepción de los del gubernamental Partido Social Demócrata.

La intención de Spidla era que los salarios de los funcionarios constitucionales checos fueran, a partir del aòo 2003, el triple del salario medio de la esfera no empresarial, porque ahora es válido otro coeficiente. Dicho en pocas palabras, en la práctica esto significa que si ahora los diputados aprobaran aumentar el salario de los empleados del Estado un determinado por ciento, el de los legisladores aumentaría no en la misma proporción, sino el doble.

Según el Instituto Nacional de Estadística, el salario medio en la República Checa es de algo más de 14 mil coronas unos 390 dólares- mientras que el de los diputados es de unos 1150 dólares, pero además reciben una ayuda mensual para los gastos relacionados con su cargo, que asciende a casi 900 dólares. Los ministros, el presidente del Gobierno y el Presidente de la República ganan muchísimo más.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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