Los checos empiezan a ir de vacaciones a países exóticos

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Cada vez es mayor el número de ciudadanos checos menos acomodados que decide pasar sus vacaciones en algún país exótico.

Foto ilustrativa: Jiří Němec
De que los checos han empezado a cogerle el gusto a lo singular y a anteponer esta satisfacción a otras necesidades que hasta el momento priorizaban dan fe las estadísticas al reflejar que el año pasado 150 mil checos de menor poder adquisitivo pasaron sus vacaciones en países exóticos a pesar de lo caras que resultan. Sin embargo, las dos terceras partes de la población sigue disfrutándolas en el país. Por lo general, las familias checas que permanecen en el país durante las vacaciones son las de mayor número de hijos, pues resultan mucho más baratas -hasta un 60 por ciento más- que las vacaciones en el extranjero.

Con la revitalización de la economía checa el ciudadano checo medio le ha venido perdiendo el miedo a la existencia y ha empezado a permitirse mayores gastos, lo que se ha reflejado también en la selección de los destinos para las vacaciones familiares.

Las agencias de viaje de la República Checa registran un notable incremento del interés del ciudadano medio por visitar países que hasta ahora sólo conocían de los libros, tales como Turquía, Túnez, China, Israel o Tailandia. En destinos favoritos se han convertido España, Italia y Grecia, donde tienen la posibilidad de combinar playa y monumentos.

Y precisamente España ocupa uno de los primeros puestos de la lista de países más visitados por los checos en vacaciones con 350 mil turistas checos al año, sólo aventajada por Croacia, Italia y la vecina Eslovaquia.