El grupo danés Granhoj Dans se encargó de inaugurar el festival Baile Praga (Tanec Praha). Durante más de tres semanas por la capital checa y también por otras nueve ciudades del país, pasarán varios de los grandes nombres del mundo de la danza contemporánea y del teatro del movimiento, e incluso 17 monjes de Shaolin.
Granhoj Dans, foto: ČTK
La edición 23 del Festival Internacional Baile Praga ya está en marcha. Con las entradas agotadas en el teatro Ponec de Praga, el grupo danés Granhoj Dans fue el encargado este lunes de la inauguración con dos obras centradas en dos grandes músicos, como cuenta la presidenta de la asociación Baile Praga, Yvona Kreuzmannová, del que fue el primer plato fuerte de la edición de este año.
“En la inauguración combinaron la música de Leonard Cohen, en la obra ‘Dance me to the end on / off Love’, con un late night show que llegó después, ‘2men2mahler’, o sea, con la música de Gustav Mahler. En esta segunda obra había dos músicos y dos bailarines. Era un diálogo muy fuerte entre música y cuerpo”.
‘Sutra’
Pero quizá la obra que más expectación ha creado este año es la coreografía creada por el bailarín Sidi Larbi Cherkaoui para el teatro Sadler’s de Londres en la que participan 17 jóvenes monjes del mítico monasterio chino de Shaolin. En la enérgica obra ‘Sutra’ se encuentran las culturas de Asia y Europa entre números acrobáticos y de artes marciales, por las que es bien conocido en todo mundo el monasterio de Shaolin. ‘Sutra’ será representada tres veces en Praga.
También un encuentro entre oriente y occidente se producirá en la obra ‘Vertical Road’, del bailarín británico Akram Khan, de la que habla la organizadora Yvona Kreuzmannová.
Yvona Kreuzmannová
“Akram Khan trabajó con bailarines derviches, así como con otros de diferentes continentes. Todos estos son elementos que le han inspirado mucho de múltiples maneras. El resultado final es muy poderoso. Es una representación fluida desde el punto de vista musical, pero tiene un fuerte contexto filosófico. ‘Vertical Road’ tiene dentro de su alma delicada y minimalista un movimiento continuo. Los bailarines crean un ambiente que aborda y absorbe al espectador”.
Otros nombres destacan en el programa del festival como la canadiense Louise Lecavalier, los italianos Compagnia Zappalà Danza, o la española Roser López Espinosa con su obra ‘Miniatura’, premiada en el Certamen Coreográfico de Madrid. A ella se refiere también Yvona Kreuzmannová.
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‘Vertical Road’, foto: Laurent Ziegler, archivo del festival
“Espinosa viene por segunda vez al festival. Nos encanta. La hemos incluido en la sección Laboratorio Europeo de Danza, que integran coreografías cortas de diferentes artistas del continente, que forman parte de Aerowaves, que es una competición muy fuerte. Se realiza en más de 30 países europeos. De casi 600 participantes en Aerowaves, nosotros elegimos tres o cuatro nombres para el festival. Este año, el Baile Praga es en realidad una gran figura tras otra”.
Nanohach, foto: Vojtěch Brtnický, archivo del festival
De entre las actuaciones checas sobresalen las de Nanohach, las de VerTeDance o las que entran en el programa infantil, una de las novedades de este año, continúa contando Yvona Kreuzmannová.
“Las representaciones para niños o para familias con niños las hemos incluido en el programa principal. Es una de las novedades del festival de este año. Así que cada viernes, además del jueves 23 de junio, se podrán ver muchas actuaciones de grupos checos para niños en las que se utiliza el movimiento, el baile y la interactividad. Lo recomiendo porque es una experiencia completamente distinta a ser simplemente un espectador pasivo de una obra de las habituales”.
Public in Private, foto: Dieter Harwig, archivo del festival
El festival Baile Praga 2011 también cuenta con varios talleres, exposiciones y performances y transcurre, además de por la capital checa, por otras nueve ciudades del país como Brno, Olomouc, Ostrava o Pilsen. En el programa de estas ciudades también se podrán ver nombres internacionales como el de la compañía alemana Public in Private o la greco-eslovaca RootlessRoot Company.
