Las Luces de los Paseos (1946)
Un año después de terminada la II Guerra Mundial, le gente suponía que tendría por delante un futuro feliz y luminoso, y entre los checoslovacos adquirió la mayor popularidad la canción titulada ‘Las Luces de los Paseos’.
■ El 10 de enero se efectuó la primera Asamblea de la ONU.
■ El 1 de marzo nació el tenista y posterior ganador de Wimbledon, Jan Kodeš.
■ El 26 de mayo se celebraron las primeras elecciones parlamentarias en las que ganó el Partido Comunista. Klement Gottwald fue nombrado primer ministro.
■ El 19 de junio, Edvard Beneš fue elegido presidente checoslovaco.
■ El 1 de diciembre fue introducido el horario de invierno (fue anulado el 23 de febrero de 1947).
Después de la guerra, las ciudades checas que hasta hacía poco estaban sumergidas en una penumbra obligatoria, comenzaban a volver a iluminarse.
En vez de los escasos fuegos fatuos parpadeantes, fue introducida otra vez una iluminación callejera normal. Rápidamente se renovaron las publicidades de preguerra y los escaparates iluminados de los comercios comenzaron a llenarse de delicias no vistas hasta entonces gracias a la Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación (UNRRA por las siglas en inglés).
El regreso a la vida pacífica normal lo vivió con mayor entusiasmo sobre todo la generación más joven. Entre otras cosas, lo celebraba bailando, lo que estaba prohibido por los nazis durante la guerra en el Protectorado de Bohemia y Moravia.
Las bandas de música bailable casi no lograban cubrir la enorme demanda y en su repertorio incluían también los viejos y nuevos éxitos angloamericanos.
Pero ni los autores checoslovacos se quedaban a la zaga. Lo pone en evidencia la excelente melodía surgida en 1946 bajo el título de ‘Las Luces de los Paseos’ (Světla promenád).También la letra era entonces muy actual: “Otra vez todas las calles están iluminadas / Miles de luces hay en todas partes / Creando una catarata de colores de las luces de los paseos“.
El foxtrot del compositor Petr Kareš y el letrista Karel Kozel captó perfectamente la atmósfera llena de alegría y esperanza de la vida libre.