Las crisis siempre ofrecen una enseñanza

Primer ministro checo, Stanislav Gross (Foto: CTK)
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Los observadores nacionales e internacionales coinciden en que la crisis gubernamental checa ha puesto al descubierto una serie de problemas en la cultura política del país. Sobre el tema hablamos con Freddy Valverde.

 De izquierda: Michal Kraus,  Jan Kohout y Bohuslav Sobotka  (Foto: CTK)
¿Cuáles podrían ser las enseñanzas de esta crisis, si es que las hay?

"Creo que toda crisis, o mejor dicho, la solución de toda crisis trae consigo una enseñanza, que como mínimo ayudará a evitar el surgimiento de crisis similares. Pero permítame decirle que las crisis gubernamentales son parte de la historia checa, ya que durante la Primera República también fueron frecuentes".

¿Desde su punto de vista a qué se debe semejante situación?

"Sin duda una de las razones es que el sistema político checo funciona de tal forma, que difícilmente ha podido gobernar un partido, como mayoritario, los ha habido, pero no es la experiencia principal de este país. Y las coaliciones gubernamentales nunca han sido lo suficientemente firmes para permanecer en el poder durante todo el periodo de funciones".

¿Se trata de una crisis del primer ministro, o de la gubernamental socialdemocracia?

No estoy muy seguro de que podamos separar las cosas, o dar por hecho que es una única cosa. Esto es más complejo. La socialdemocracia viene gobernando por segundo periodo consecutivo con tres primeros ministros. Lo que pone de manifiesto que dentro de la formación existe una pugna entre diferentes alas, como es frecuente en las grandes formaciones políticas. Pero esas diferencias no se quedaron a nivel interno, salieron a la luz y aún peor afectaron la administración del país. Los problemas del líder partidista se reflejarán en la agrupación política y viceversa. Pero lo ideal hubiera sido que no salpicaran la administración del país. Aquí creo que radica una de las dificultades del sistema imperante en la República Checa, donde el líder de la formación vencedora es en el 99 por ciento de los casos electo primer ministro. Los líderes partidistas ocupan altos cargos de Gobierno y eso no es bueno y en caso de crisis todo se complica mucho más, porque los intereses partidistas y del estado se mezclan y confunden.

¿Cuál podría ser la solución?

Primer ministro checo,  Stanislav Gross  (Foto: CTK)
"No existe un respuesta única a esta pregunta, ni existe una solución única, claro que se busca una solución óptima, pero eso es también relativo porque puede ser óptima para una parte del espectro político. La solución ideal es la que ha de beneficiar a la población, porque hay algo muy simple que muchas veces se olvida: los políticos los eligen los electores para que defiendan los intereses de la población y de la nación como tal. No obstante, muchas veces somos testigos de una batalla campal por puestos públicos".

¿Algunos especialistas hablan de falta de cultura política, que opina al respecto?

"Creo que en 15 años de democracia se ha avanzado muchísimo, pero muchas de las situaciones políticas que se viven en el país, parten de la herencia del pasado. Pero estoy convencido de que política y económicamente se va por buen camino. Y se sacarán importantes enseñanzas de esta crisis política, independientemente de la formación de una coalición "viejo-nueva", un gobierno minoritario o de las elecciones anticipadas".