Las brujas checas celebran su aquelarre anual

Foto: Kristýna Maková

Ha llegado la noche más esperada por todas las brujas de Chequia que el 30 de abril celebran su reunión tradicional. Por todo el país se encenderán hogueras y se compartirán momentos de alegría etorno al fuego. Se trata de una antigua tradición acompañada de muchos secretos y mitos que pretendía proteger los bienes y el ganado de las fuerzas negativas.

Foto: Kristýna Maková
La víspera del 1 de mayo, también llamada la noche de San Felipe y de Santiago, pertenece desde antaño a las brujas que se reúnen en las cimas de las colinas y las encrucijadas de los caminos para servir a las fuerzas del mal. Hasta el día de hoy se ha conservado la costumbre de encender grandes hogueras, y quemar simbólicamente muñecos de trapo o cartón que representan a las temidas brujas. Aunque el objetivo de contrarrestar las fuerzas malignas ya ha desaparecido, existen otros motivos para mantener la tradición.

La quema de brujas es un acto muy popular en la República Checa, y suele venir acompañado de conciertos, programas infantiles, teatros, carnavales y claro, una considerable cantidad de alcohol. El etnógrafo del Museo de Bohemia del Sur, František Krejča, comenta las tradiciones contra las fuerzas malignas que se solían practicar hasta mediados del siglo XIX.

“No se trata solamente de la quema de brujas sino también de actividades para proteger campos, prados, fincas y ganado frente a las fuerzas del mal. La historia está llena de fe en la existencia de la brujería y en el mito del fuego purgativo que debía proteger la salud de la gente y del ganado ante la influencia de las brujas. El extraordinario poder del fuego demuestra por ejemplo la costumbre de saltar sobre las hogueras, ya que el fuego libera a quien salta de las enfermedades y de otras cosas malignas, de modo que uno cae al otro lado totalmente purificado“.

La tradición de la noche de San Felipe y de Santiago se vincula noc la llegada de la primavera desde la época de las religiones precristianas, cuando se creía en el gran poder que tenía el fuego contra las fuerzas malignas que dominaban las largas noches invernales. La gente temía que las brujas fueran capaces de desatar heladas y matar así las plantas y los árboles en flor o hacer enfermar a los animales domésticos. Por este motivo, el día 30 de abril antes del anochecer, la gente tenía que terminar todo el trabajo y cerrar establos y cuadras, protegiendo así a los animales contra las brujas. Sin embargo, incluso en aquellos tiempos la gente también se divertía haciendo las hogueras. La quema de brujas simplemente era, y es hasta hoy, una buena oportunidad para reunirse con amigos y vecinos y festejar.