La vacuna contra la gripe A no logra convencer a los médicos checos
Los médicos checos han comenzado con la vacunación contra la gripe A(H1N1). Muchos de ellos temen los efectos secundarios que la vacuna pueda provocar en sus pacientes. El Ministerio de Salud afirma que está dispuesto a asumir plena responsabilidad por estos casos.
Pero muchos médicos no se deciden empezar con la vacunación, a pesar de que podrían recibir una multa de cerca de 70.000 euros. Rechazan asumir la responsabilidad de los posibles efectos secundarios de la vacuna. Algunos quieren que cada paciente, antes de ser vacunado, firme un documento que le informe sobre los posibles riesgos. Según Martin Beneš, director del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos, hacen bien.
“En ciertos tratamientos médicos es recomendable que el paciente esté informado bien sobre las posibles complicaciones y efectos secundarios. Y éste es el caso. Mediante la firma del documento, el paciente reconoce formalmente que se ha familiarizado con los posibles riesgos del tratamiento”, dice Beneš.El Gobierno insiste en que los efectos secundarios negativos son muy raros en los nuevos tipos de vacunas. Aún así, está dispuesto a asumir la responsabilidad por estos casos, afirma el viceministro de Salud, Marek Šnajdr.
“Para evitar cualquier tipo de dudas, el Ministerio de Salud está preparado para asumir plena responsabilidad por los posibles efectos secundarios de la vacuna. De esta manera, los médicos no corren ningún riesgo al aplicarla”, señala Šnajdr.
Actualmente se registran en el país más de 650 casos de gripe A. La epidemia ha afectado tres regiones. Cinco personas fallecieron debido a complicaciones derivadas de este mal.
El Servicio de Higiene checo prevé que la pandemia de la gripe A durará entre cuatro y 18 meses y que podría afectar hasta a tres millones de personas, es decir, el 30 por ciento de la población.El Estado checo ha encargado cerca de un millón de dosis de la vacuna Pandemrix. Los primeros en recibirla serán los pacientes con enfermedades crónicas y el personal sanitario. Posteriormente, la vacuna se aplicará a las personas responsables de transporte, industria energética, administración regional y otros sectores de importancia.