La República Checa no enviará armas a Ucrania

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La República Checa respalda a Ucrania, pero se adhiere a la política de no suministrar armas a ese país. Los ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN acordaron este jueves en Bruselas no enviar municiones al Ejército ucraniano.

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Los miembros europeos de la OTAN expresaron su inquietud ante la escalada de la tensión en Ucrania. Pero dijeron no a la solicitud del presidente Petro Poroshenko que pidió armas a la OTAN para combatir a los separatistas armados por Rusia, indicó el ministro de Defensa checo, Martin Stropnický.

“La República Checa aplicará la política de la Alianza Atlántica. Esto quiere decir que no suministraremos armamento a Ucrania. Cada uno de los países que así lo desee puede prestar ayuda material, entrenamiento de soldados, ayuda humanitaria o alimentos, Ucrania necesita de todo”.

Mientras que el bloque europeo de la OTAN insiste en la necesidad de ejercer presión diplomática sobre Moscú, EE.UU. no descarta el eventual suministro de armamento defensivo a Kiev.

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Círculos diplomáticos europeos advierten que en caso de que los países de la Alianza decidieran de forma mayoritaria armar a Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, encontraría el argumento definitivo sobre la supuesta participación occidental en el conflicto.

La OTAN no tiene armas. Es por eso que la decisión de entregar armas a Ucrania es asunto de cada uno de los miembros, indicaron fuentes aliadas. No obstante, la tensión en Ucrania es tal que los países miembros de la OTAN acordaron detalles sobre la nueva fuerza de despliegue rápido. El objetivo es reforzar la defensa colectiva de la OTAN en el este de Europa ante posibles ‘acciones agresivas‘ de Rusia.

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El acomodamiento de estas fuerzas de despliegue rápido estará a cargo de seis países miembros de la Alianza: Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria y Rumanía.

La OTAN insistió que se trata de un instrumento para reforzar la protección colectiva y por lo tanto es una fuerza puramente defensiva.

Con la tensión en su nivel más alto desde el fin de la Guerra Fría, la OTAN refuerza las defensas de los aliados orientales, que estuvieron bajo la órbita de Moscú hasta 1989.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, indicó que las medidas responden al comportamiento de Rusia en esa zona y al auge del extremismo en la frontera meridional de la Alianza.