La República Checa camina con precaución hacia la normalidad
La constante disminución de contagios de coronavirus ha llevado al Gobierno checo a levantar más restricciones. A partir de la próxima semana reabrirán hoteles, pensiones y otros servicios de alojamiento.
Después de muchos meses de duras restricciones, los checos han empezado a respirar profundo. Los contagios diarios vienen disminuyendo de manera acelerada, el número de personas hospitalizadas se ha reducido y los casos graves también disminuyen a tal punto que los hospitales ya tienen camas libres en sus secciones para el tratamiento de COVID.
Este lunes reabrieron las terrazas de los bares y restaurantes, lo que ha representado una buena señal para el verano.
Al viceprimer ministro Karel Havlíček le ha tocado hacer de portador de las buenas nuevas. En rueda de prensa tras el consejo de ministros dijo este lunes que la reapertura de los hoteles se llevará a cabo, siempre y cuando se cumplan medidas de protección sanitaria y de supervisión de las mismas.
“A diferencia de las normas que se aplican en las terrazas de bares y restaurantes, el personal de los hoteles, pensiones y alojamientos en general, deberá controlar que los clientes cumplan los requisitos establecidos“.
La reapertura de las terrazas de bares y restaurantes, desde este lunes, ha sido criticada por algunos médicos y especialistas que advierten que no existe control real sobre el estado de salud de las personas que frecuentan dichos lugares.
Los dueños de los establecimientos indicaron que la responsabilidad es de las autoridades sanitarias, porque ellos ofrecen un servicio gastronómico y no de supervisión y control.
Con el propósito de dejar claro bajo qué condiciones se reabrirán los servicios de alojamiento, el viceprimer ministro Havlíček hizo énfasis en que los clientes estarán obligados a presentar los certificados correspondientes.
“La condición indispensable es que todos los clientes, sin excepción alguna, presenten una prueba de COVID negativa, un certificado de vacunación o bien que hayan superado la enfermedad en los últimos 90 días”.
Debido al repunte de la pandemia del coronavirus, la República Checa había venido aplicando fuertes restricciones que llevaron al cierre perimetral de todos los distritos del país, estado de emergencia y toque de queda.
Los test de antígenos en los centros de trabajo y en las escuelas, así como la vacunación masiva de la población han arrojado resultados positivos que han permitido dar los primeros pasos hacia cierta normalidad.
El ministro de Salud, Petr Arenberger, anunció este lunes que la mascarilla dejará de ser obligatoria a la hora de practicar deporte. No obstante, en los gimnasios y centros deportivos todavía no se podrán utilizar las duchas y los vestidores comunes.
“Los deportistas, entrenadores y otros miembros de un equipo no tendrán que llevar mascarilla”.
El ingreso a los gimnasios y centros de deporte estará supeditado a las reglas de protección sanitaria vigentes, como son el resultado negativo de una prueba de COVID, vacunas o haber superado la enfermedad.
Otra de las novedades es que a partir de este martes no será obligatoria la mascarilla en peluquerías y otros establecimientos de estética en los que se requiera contacto con la cabeza o el cuello.
El Ministerio de Salud confirmó este lunes 1126 nuevos casos de coronavirus, se trata de la cifra más baja de un lunes desde mediados del mes de septiembre. El número de personas hospitalizadas es de un poco más de 1300, con unas 240 en estado grave, mientras que la incidencia acumulada de los últimos siete días es de 67 casos por cada cien mil habitantes.