La polémica sKarta para el pago de ayudas sociales podría desaparecer

Petr Nečas y  Ludmila Müllerová, foto: ČTK

El primer ministro checo, Petr Nečas, tratará de eliminar las polémicas tarjetas sKarta, por todas las críticas que han recibido. El Ministerio de Asuntos Sociales intentará salvarlas presentando un proyecto de reforma.

Petr Nečas y  Ludmila Müllerová,  foto: ČTK
Las sKarta son unas tarjetas bancarias especiales originalmente pensadas para cobrar todo tipo de ayudas sociales, desde subsidios de desempleo hasta dotaciones a discapacitados. Su puesta en marcha tenía como objetivo privatizar el cobro de las ayudas y ahorrar en costes de gestión, ya que los pagos se efectuarían directamente a través de un solo banco, la caja de ahorros Česká Spořitelna.

Sin embargo al poco de entrar en funcionamiento, la sKarta fue objeto de numerosas críticas que han frenado su aplicación total y que ahora pueden acabar completamente con el sistema. El primer ministro, Petr Nečas, tras reunirse este jueves con la ministra de Asuntos Sociales, Ludmila Müllerová, anunció su propósito de poner fin al programa.

“Mi opinión es que hay que salir de este proyecto. No tiene sentido insistir en él ni extenderlo. Lo veo en un horizonte de una o dos semanas como máximo. Prepararemos el punto de vista del Gobierno y el cambio legislativo correspondiente”.

Foto: MPSV ČR
La principal queja, por sus implicaciones legales, viene del Defensor del Pueblo y de la Oficina de Protección de Datos Personales, que consideran ilegal la forma en la que una entidad privada, la Česká Spořitelna, accede a los datos privados de los beneficiarios de las ayudas, incluyendo el motivo por el que reciben las dotaciones.

Las asociaciones de discapacitados, por su parte, consideran que la sKarta constituye un documento de identificación extra y completamente innecesario, ya que de todas formas para usarlo hay que estar en posesión del carnet de identidad. Al final, sostienen, la tarjeta es un impedimento más para cobrar las ayudas. El Partido Socialdemócrata, en la oposición, critica que el Estado pierda uno de sus papeles fundamentales, que es la entrega y gestión de las dotaciones sociales. El caso también está siendo investigado por la Oficina Antimonopolio, que se pregunta por qué es Česká Spořitelna la única entidad bancaria que puede dar este servicio.

Ludmila Müllerová,  foto: ČTK
A todo esto hay que sumar diversos problemas de funcionamiento, como el hecho de que muchas oficinas del Estado no tienen lector de tarjetas y por tanto no pueden acceder a la información de la sKarta.

En la decisión del primer ministro también entran en juego las tensiones entre los partidos que forman parte de la coalición de gobierno. Mientras que Nečas es líder del Partido Cívico Democrático, Müllerová pertenece a TOP 09. De hecho la posición de esta última formación es que la sKarta debería seguir funcionando. Müllerová intentará subsanar las deficiencias del programa, como declaró.

“He presentado al Gobierno una propuesta de ley que corrige el funcionamiento de la sKarta tal como lo solicitaba la Oficina de Protección de Datos Personales, el Defensor del Pueblo y otros”.

Česká Spořitelna tiene firmado un convenio con el Gobierno para la gestión de las sKarta hasta 2024, y de momento ha invertido en su funcionamiento unos 12 millones de euros. Es de prever que, si se rescinde el contrato, el Estado deba compensar a la caja de ahorros por los perjuicios causados.

Autor: Carlos Ferrer
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