‘La Mujer por Fuerza’ de Maya trae a Praga toda la rebeldía femenina del Siglo de Oro

El Tirso de Molina más endiablado y transgresor llegó el pasado domingo a Praga como parte del festival Transteatral, dedicado a las artes escénicas en español. La original adaptación de ‘Mujer a la Fuerza’ realizada por José Maya puso de manifiesto la contemporaneidad del teatro del Siglo de Oro.

'Transteatral' ofrece la pieza 'La mujer por fuerza'. Foto: cervantes.es
Contar en la República Checa con la representación de una obra de Tirso de Molina en español, y además adaptada por el experto en el Siglo de Oro José Maya, supone todo un lujo del que la vida cultural praguense no disfruta todos los días. ‘La Mujer por Fuerza’ es la primera pieza adaptada por Maya para su propia compañía y por tanto la más personalísima de su largo currículum, donde encontramos desde los mayores clásicos hasta las piezas menos conocidas de Calderón, Lope de Vega y Tirso de Molina.

Precisamente, ‘La Mujer por Fuerza’ es una obra inédita en los escenarios contemporáneos y recientemente sacada del olvido por el profesor Ruano de la Haza, de la Universidad de Ottawa, como nos cuenta la responsable de la actual gira de la pieza, Ana Iturralde.

„La transcripción del XVII se perdió, se hizo papilla, estaba fatal. Y la rehicieron en el siglo XX. Nunca salió en el teatro, jamás. Entonces José Maya, que es el gran especialista de lo que es el Siglo de Oro y obras clásicas españolas, lo que hizo fue pedir a José María Ruano de la Haza volverla a remodelar y volverla a poner de forma más contemporánea y siguiendo la versificación totalmente del Siglo de Oro”.

José María Ruano,  foto: uottawa.ca
La obra trata de los enredos de una mujer de la nobleza húngara, Finea, que se disfraza de paje para conseguir al hombre que ama, el conde Federico de Nápoles. Con diversas argucias, Finea consigue hacer creer a todo el mundo, finalmente incluso al mismo Federico, que su amado es culpable de haberla raptado.

‘La Mujer por Fuerza’ sitúa así en la escena central a una mujer, que contrariamente a lo que sucedía en la época, fuerza la situación para casarse con un hombre que no la conoce y por tanto no la ama. Esta transgresión no era sin embargo rara de ver en el teatro del XVII, como nos explica una de las actrices de la obra, Ana Alonso.

“En la época se aceptaba esta convención. Yo no creo que fuera tan revolucionario. Es verdad que Tirso tuvo sus problemas, igual que Lope de Vega en algún momento, pero en la época se aceptaba que, para el marco de lo que es la ficción, una mujer pudiese travestirse y buscar a su enamorado porque de otra manera no habría trama. Porque si no, claro, si actuaban según las costumbres de la época difícilmente una mujer podría acercarse a un hombre”.

El texto adaptado, aunque en español contemporáneo, conserva la rima y el ritmo original, lo que ha supuesto un esfuerzo especial de interpretación, según nos cuenta el actor en el papel de Federico, José Bustos.

“Por un lado porque tenemos la complejidad del verso, que ya requiere el entrenamiento de decir el texto de una manera diferente, y hacerlo luego también de una manera natural, que muchas veces nos dejamos llevar por el ritmo o la belleza de las palabras. Y luego, por otro lado, el momento de locura en el que el conde se vuelve ya loco de remate sí que nos costó encontrarlo. Y en un ensayo, haciendo un ejercicio, pues apareció todo el momento de la locura, pero fue parte de un ejercicio para ver adónde llegábamos, sin pensar que se podía quedar formando parte de la función”.

La mano de José Maya otorga a la obra una atmósfera especial, cercana a la estética flamenca, con un escenario negro, ausencia de mobiliario y sillas a los lados que los actores utilizan para entrar o salir de escena. El tablao lo complementan la misma interpretación, rica en giros, zapateados y movimientos de sabor flamenco, así como la presencia de un músico que acompaña la trama con efectos de sonido y temas tradicionales húngaros y napolitanos.

Se trata del renombrado Toni Madigan, un viejo conocido de Maya.

“A Pepe Maya lo conozco ya 30 años. Fue alumno mío. En la escuela yo daba clase de improvisación para actores. Yo empecé como actor. Y Pepe entró en mi clase, lo conozco desde que tenía 17 años. Y luego yo estuve muchos años fuera, y cuando volví Pepe me contactó porque estaba montando precisamente ‘La Celestina’. Y dijo que si quería venir a colaborar y tal. Y yo dije ‘hombre, claro’”.

Gracias a la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, la gira de ‘La Mujer por Fuerza’ continuará ahora por Zagreb, Bratislava, Belgrado, Ljubljana y posteriormente Luxemburgo, la Haya y Berlín, que serán las últimas escalas antes de una nueva gira por Latinoamérica.