La mayoría de los refugiados que llegan Europa huyen de regímenes totalitarios

Foto ilustrativa: Comisión Europea

La República Checa está en contra de que los refugiados de terceros países se repartan entre todos los estados miembros de la Unión Europea. Praga se opone a la propuesta presentada por los países del sur del continente que acusan un alto número de inmigrantes.

Foto ilustrativa: Comisión Europea
La reciente tragedia de Lampedusa que se cobró la vida de más de 360 personas volvió a abrir el tema de la política común de inmigración en los países de la Unión Europea.

Los países del sur del continente piden una política coordinada y se quejan de que los demás estados comunitarios no les ayudan, por lo que sugieren que los refugiados se repartan entre los demás países.

Citado por la Televisión Checa (ČT) el ministro de Relaciones Exteriores, Jan Kohout, dio a entender que se trata de una propuesta que vuelve a salir cuando ocurren tragedias lamentables.

Para Martin Rozumek, director de la Organización de Ayuda a los Refugiados, la República Checa debería participar en mayor medida en la acogida de inmigrantes.

Martin Rozumek,  foto: ČT
“Tenemos pocos refugiados, desde hace dos años atrás la cifra se mantiene en 700 personas. Eso es injusto, yo creo que todos los países europeos deberían compartir el peso del problema”.

Varios miembros de la Unión Europea hacen énfasis en la necesidad de aplicar programas que ayuden a resolver la situación actual y acaben con la desigualdad existente, ya que lo que ocurre es injusto tanto para los solicitantes de asilo como para los países de acogida.

Un reducido número de estados de la Unión Europea reciben una parte desproporcionadamente grande del total de solicitantes. El 70% de las solicitudes se presentan en cinco países como Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Suecia.

Enviar ayuda a los países de origen de los inmigrantes y aumentar el control fronterizo no es la mejor solución, según sostiene Martin Rozumek.

Foto ilustrativa: Comisión Europea
“La mayoría de los refugiados que llegan a las fronteras del sur provienen de Siria y Eritrea, países en los que se violan los Derechos Humanos. Creo que la Unión Europea debe ejercer presión sobre los regímenes dictatoriales, porque son los que anualmente producen miles de refugiados”.

Al referirse a la tragedia de Lampedusa, el primer ministro de Italia, Enrico Letta, subrayó que “nadie debería tener la impresión de que estas tragedias son episodios pasajeros” y recordó que Sicilia no es la periferia de Italia, sino la puerta de entrada a Europa y que la responsabilidad ante el problema de la inmigración debe ser compartida por todo el continente.

De acuerdo a cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en lo que va de 2013, más de 32.000 personas provenientes de África y Oriente Medio han llegado a Italia y Malta.