La crisis china pone nerviosos a los exportadores checos
Las empresas checas temen que la crisis china signifique un menor número de pedidos, lo que invertiría la actual tendencia de cada vez mayores exportaciones al gigante asiático. Durante los primeros seis meses de 2015 las ventas a China crecieron un 19% y alcanzaron los valores más altos desde 2012.
De acuerdo con su director comercial, Stanislav Hrdina, la situación en el mercado chino es seria. "Existe el temor de que los grandes jugadores, como Alemania y otros grandes países de la UE, se queden sin pedidos. Y nosotros nos veríamos arrastrados al ser sus subproveedores". De esta forma la crisis se puede reflejar con más intensidad en los suministradores de productos semielaborados que en las exportaciones directas a China.
El miedo a un dragón chino de crecimiento más lento no frena sin embargo la marcha de las cuatro plantas de Škoda Auto en el país asiático, donde vende cada año un cuarto de millón de vehículos. "Nosotros fabricamos directamente en China, lo que significa que los mencionados temores a una disminución de las exportaciones eventualmente no nos afectarían", explicó el portavoz de la compañía, Tomáš Kubík.
Pero no todas las empresas tienen la misma suerte. De acuerdo con el último estudio de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios, las consecuencias de la crisis china será sufrida sobre todo por los que no exportan directamente, sino que lo hacen a través de Alemania."A través de las reexportaciones vendemos más del doble de los que mandamos a China normalmente, es decir, unos 3.700 millones de euros, lo que es una cifra importante", declaró el presidente de la asociación, Karel Havlíček. "Tomando estos números, China no sería el destino número 18 de nuestras exportaciones, sino que estaría entre los 10 primeros".