La ciudad morava de Klobouky conserva las tradiciones populares

El ciudad de Klobouky u Brna, foto: Matěj Grabovský, CC BY-SA 2.0 Generic

En esta ocasión visitaremos con Radio Praga la ciudad morava de Klobouky, en Moravia del Sur.

El ciudad de Klobouky u Brna,  foto: Matěj Grabovský,  CC BY-SA 2.0 Generic
A unos 30 kilómetros al sur de la metrópoli morava de Brno, en una zona levemente ondulada, se encuentra la ciudad de Klobouky. A pesar de ser pequeña y de contar con sólo unos 2 mil habitantes, tiene un encanto singular.

Cuando uno llega a Klobouky procedente de Praga, queda impresionado por la tranquilidad del lugar, la limpieza circundante y la gentileza de su gente.

Remontémonos ahora siglos atrás para conocer algo de la historia de la ciudad de Klobouky, nombre que en español significa "sombreros".

Los historiadores sitúan el surgimiento de Klobouky en la segunda mitad del siglo XII. En aquel entonces surgió un poblado en una de las encrucijadas comerciales más importantes que unía el norte con el sur del Reino de Bohemia.

La capilla de Santa Barbara,  foto: Matěj Grabovský,  CC BY 3.0 Unported
El poblado fue creciendo rápidamente y en el siglo XIII pasó a pertenecer al monasterio de la orden premonstratense situado en la cercana localidad de Zábrdovice, y que también tenía en su haber gran parte de las tierras de la zona. El monasterio había sido fundado por uno de los senores feudales locales, Lev de Klobouky, quien también dio su nombre al poblado cercano.

No obstante, las antiguas leyendas cuentan que el nombre de Klobouky la ciudad lo debe a las tradicionales ferias de sombreros y gorros que allí tenían lugar ya en el Medioevo y cuya fama era conocida por todo el Reino de Bohemia. Y precisamente un gorro con tres plumas, todo en color azul, lleva la ciudad en su blasón hasta la actualidad....

Sea como fuere, Klobouky se convirtió pronto en el más importante centro del feudo de la orden premonstratense y gracias a ello pudo desarrollarse rápidamente. A finales del siglo XIII, el rey de Bohemia, Venceslao II Premislita, le otorgó a Klobouky los fueros reales de ciudad medieval que representaron un nuevo impulso para su desarrollo.

El palacio de Klobouky,  foto: DavidSchuller,  CC BY-SA 3.0 Unported
Lo cierto es, sin embargo, que Klobouky registró su mayor florecimiento en el Medioevo, puesto que con el correr de los siglos posteriores fue perdiendo importancia y privada de varios privilegios, lo que la llevó a convertirse en una simple ciudad de provincia, carácter que aún conserva, aunque insistimos en que tiene un encanto especial.

La ciudad ofrece al visitante varios monumentos histórico-arquitectónicos, como por ejemplo, el palacio barroco que destaca en la plaza mayor, que data de la primera mitad del siglo XVIII y que sirvió como sede administrativa de la zona. Digna de mención es también la iglesia de San Lorenzo, de estilo barroco, de la primera mitad del siglo XVII. Desde ésta una larga escalera conduce hacia la capilla de Santa Bárbara, también de finales del siglo XVII, que se encuentra en la colina que se levanta al pie de la ciudad. Esta capilla es un conocido centro de peregrinación local.

Después de gastar tanta energía subiendo la colina, el visitante puede descansar en una de las típicas vinaterías locales, ya que la ciudad de Klobouky pertenece a la conocida zona vitivinícola de Velké Pavlovice, en Moravia del Sur, de la que proceden los mejores vinos de este país.

El sello de Kolobouky
Y también las mejores manzanas, duraznos y albaricoques .... Pero de las deliciosas mermeladas que se preparan en la zona, así como de los típicos pasteles locales rellenos de frutas hablaremos en otra oportunidad porque todavía nos falta visitar el palacio barroco, que además de servir con fines administrativos, es sede del Museo Municipal. Y en este museo se dan cita muestras arqueológicas y una exposición de objetos populares tradicionales, entre los que destacan los bordados típicos de la zona y una colección de dibujos en vidrio que datan de las postrimerías del siglo XVIII.

La ubicación de la plaza mayor de Klobouky y su extensión documentan que cuando la ciudad fue fundada se tomó en consideración su futuro crecimiento y desarrollo. Y aunque aquellas previsiones luego no se cumplieron y Klobouky se limitó a seguir siendo una ciudad de provincia, desde el punto de vista histórico-arquitectónico resulta sumamente interesante.

Ya en el medioevo Klobouky era también un importante centro de cultura y educación, hecho que se debe a la labor iniciada en la ciudad por la orden premonstratense. Pero cabe decir que más tarde se dedicaron a propagar la cultura en la zona también destacados representantes de iglesias protestantes y a ello se sumó el hecho de que los habitantes autóctonos de Klobouky, en su mayoría de familias campesinas, fueran heredando de generación en generación las antiguas tradiciones populares locales.

El turista tiene la posibilidad de vivir esa singular mezcla de rituales religiosos y tradiciones populares si visita Klobouky justamente a estas alturas del año, en el otoño. El primer fin de semana posterior a la Fiesta de San Venceslao, que se celebra el 28 de septiembre, tienen lugar en Klobouky festividades populares con un rico programa cultural.

El molino histórico,  foto: Matěj Grabovský,  CC BY-SA 3.0 Unported
Durante estas festividades los habitantes suelen vestir los trajes típicos regionales, con mucho bordado y encajes. Bueno, no todos, ya que la mayoría de los jóvenes prefiere "estar a la moda" como en cualquier lugar del mundo. Los jóvenes que visten los trajes populares son, en su mayoría, miembros de alguno de los conjuntos de canciones y bailes que durante las festividades actúan para el público. Hay que decir que esos trajes son hermosos y que la música y los bailes populares de la región son encantadores... A ver, amigos, ¿qué les parece este tema musical... ?

Nuestro recorrido por la ciudad de Klobouky podríamos concluirlo en las afueras... Es que mirando desde las colinas que rodean la ciudad podemos confirmar lo que habíamos dicho con anterioridad y es que la misma es pequeña pero muy pintoresca.... Y todavía podemos visitar un monumento técnico: el molino de viento local, uno de los cinco que se han conservado en Moravia, en el Este de la República Checa.

Resulta que en los siglos XVIII y XIX Klobouky estaba rodeada de molinos de viento, ya que el terreno ondulado local era apto para el desarrollo del oficio molinero. Pero con el correr de los años los molinos fueron desapareciendo paulatinamente por causas diversas. El último fue convertido en cenizas por el incendio, resultante de los enfrentamientos armados en 1945, en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.

En 1982, la municipalidad de Klobouky decidió comprar los restos de un antiguo molino de viento que se encontraba en Moravia del Norte y restaurarlo, según los planos de los molinos de Klobouky. La obra dio buenos frutos y en junio de 1985 el molino de viento fue puesto en funcionamiento en Klobouky y desde entonces está en servicio.

En los meses de verano el molino se abre al público para que los turistas puedan hacerse una idea del oficio de molinero en los molinos de viento, oficio que actualmente está cayendo en el olvido en estas latitudes.

Junto al molino de viento hecho de madera, y disfrutando de una magnífica vista panorámica de la ciudad de Klobouky, nos despedimos de este hermoso rincón de Moravia, en el sudeste de la República Checa.

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