La batalla por la reforma financiera llega a su colmo
El Partido Socialdemócrata cede paso ante la presión de la opinión pública y se ve obligado a hacer frente a una rebelión en sus propias filas, ya que casi una tercera parte de los diputados socialdemócratas, rechazan apoyar el proyecto que supone aumentar el Impuesto sobre el Valor Añadido de las entradas a los establecimientos culturales privados, del agua y del alojamiento.
El agua y la cultura se convirtieron en objeto de escándalo para la reforma de las finanzas públicas. La decisión del Gobierno de aumentar el IVA del agua y de las entradas a los establecimientos culturales particulares causó una ola de indignación en la opinión pública. El ministro de Cultura, Pavel Dostál, incluso amenazó con dimitir en caso de que la Cámara de Diputados apruebe dicho proyecto.
No obstante, de momento parece, que Dostál permanecerá en la Cartera, ya que varios diputados por la Coalición gubernamental decidieron no respaldar el proyecto en la Cámara Baja, según explicó el jefe de los diputados de la Unión de la Libertad, Karel Kuhnl.
"Quedamos en que el IVA del agua y de las entradas a los eventos culturales permanecerá en la tarifa actual del cinco por ciento y que el aumento del IVA de los servicios de alojamiento se postergaría, entrando en vigor el 1 de enero de 2005", insiste Kuhnl.
Por otro lado, todo parece indicar que la Coalición gubernamental apoyará el proyecto de aumentar el alquiler en la República Checa en un 30 por ciento en los próximos dos años.