Klaus: “Siempre he considerado un honor que me llamaran thatcherista”

Margaret Thatcher (1969), foto: ČTK

La muerte de la ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, ha provocado una oleada de valoraciones también en la República Checa. Para la derecha ha sido un símbolo y una fuente de inspiración. La izquierda valora su idealismo y su fuerza política.

Margaret Thatcher  (1969),  foto: ČTK
Margaret Thatcher visitó por primera vez Checoslovaquia en septiembre de 1990, poco después de la caída del régimen comunista, y desde entonces volvió repetidas veces. La Dama de Hierro, especialmente inflexible durante su mandato con los regímenes comunistas y uno de los artífices del fin de la Guerra Fría, fue siempre un símbolo para la derecha checa, que vio en ella un aliado y un modelo para formar su programa social y económico.

El primer ministro checo, Petr Nečas, del conservador Partido Cívico Democrático, declaró que el pensamiento de Thatcher fue siempre una inspiración para Chequia y para otros países a la hora de formar una sociedad democrática en cuanto cayó la Cortina de Hierro. El ex presidente checo Václav Klaus, que siempre ha lucido una fotografía de la política británica en su despacho, la describió como una defensora de la libertad, la democracia, el mercado y el capitalismo. El ex mandatario reconoció sentirse muy próximo a la también euroescéptica Thatcher tanto en lo político como en lo personal.

“Acabo de mirar en mi página web para ver cuántas veces he escrito sobre ella, y fueron muchas. Siempre ha sido una gran inspiración para mí. Cuando a veces me han calificado de Thatcherista lo he considerado un honor y nunca una vergüenza. Nos encontramos muchas veces. Era una persona muy amable y agradable, no tenía nada que ver con su apodo de Dama de Hierro”.

Margaret Thatcher  (2009),  foto: ČTK
Por su parte, la izquierda checa, aunque especialmente crítica con Thatcher y su legado, ha valorado en la mayoría de los casos su grandeza política, como comenta el encargado de Relaciones Exteriores del Partido Socialdemócrata, Lubomír Zaorálek.

“Margaret Thatcher es sobre todo una impresionante personalidad política, una mujer que obligó a los diputados a que la tomaran en serio. Fue una política que tenía unas ideas y las defendía. Para un socialdemócrata son ideas difíciles de aceptar, y de hecho Thatcher y Reagan están relacionados con el ascenso del neoliberalismo y el conservadurismo que nosotros vemos detrás de los problemas que está atravesando ahora la economía mundial. Pero aunque no estoy de acuerdo con las opiniones de Thatcher, su historia política personal es extraordinaria, y la manera en la que unió la política y las ideas es algo que debería inspirarnos en la actualidad”.

Margaret Thatcher falleció este lunes a los 87 aňos de un derrame cerebral después de una larga convalecencia. La Dama de Hierro gobernó Gran Bretaña de 1979 a 1990 y está considerada como uno de los políticos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Con su “revolución conservadora” creó un nuevo modelo económico en el país que favoreció principalmente a las clases medias, que se convirtieron en propietarias de viviendas y accionistas de las compañías públicas privatizadas.

Thatcher menoscabó el poder de los sindicatos y redujo el gasto público a través de grandes recortes sociales en salud y educación, por lo que a menudo se le acusa de aumentar las diferencias sociales de la sociedad británica.

Entre sus actuaciones más destacadas a nivel internacional se encuentra la Guerra de las Malvinas contra Argentina, en 1982, a la que se lanzó como manera de acabar con su baja popularidad. La victoria le valió la reelección en 1983, que revalidó por segunda vez en 1987 gracias a la buena situación económica que vivía el país. En 1990 dimitió forzada por el propio Partido Conservador debido a la impopularidad de la llamada Poll Tax, un impuesto municipal cuyo impago se castigaba con la retirada del derecho al voto.