Karlovy Vary descubre su infernal subsuelo

Karlovy Vary, foto: CzechTourism

Casi 120 metros del canal que recorre las entrañas de la tierra por debajo de la Columnata de La Fuente, de la famosa ciudad termal checa de Karlovy Vary, en Bohemia Occidental, acaban de ser abiertos al público. Con el significado geológico de la zona familiarizó el director de la Administración de las Fuentes Terapéuticas Naturales, Tomás Vylita, al primer grupo de turistas en adentrarse en este casi infernal laberinto subterráneo.

Karlovy Vary,  foto: CzechTourism
Todavía antes de que el grupo de curiosos bajara a las profundidades de la tierra donde nacen las fuentes minerales curativas del balneario, el señor Vylita les explicó que hasta el año 1571 se estuvieron extrayendo con cubos las aguas minerales de las fuentes que brotaban por debajo del río Teplá, que atraviesa el balneario.

En las crónicas figura que no fue hasta después de aquel año que aparecieron las primeras menciones escritas acerca de la realización de perforaciones. Las aguas de los manantiales estuvieron siendo captadas del fondo del río de esta manera para ser aprovechadas con fines terapéuticos hasta el año 1982, cuando para captar las aguas de La Fuente se realizaron cuatro perforaciones diagonales que evitan que las aguas broten espontáneamente.

Por razones de seguridad también entonces el lecho del río Teplá fue reforzado con hormigón.

El director de la Administración de las Fuentes Terapéuticas Naturales continuó explicando a los interesados turistas que gracias al dióxido de carbono, cada litro de agua mineral que brota del manantial contiene 6,5 gramos de minerales que se van depositando como sedimentos.

Y son precisamente estos sedimentos minerales los que al irse depositando sobre cualquier objeto que se exponga a los mismos por espacio de varios días, lo convierten en piedra, es decir, lo "petrifican". La más conocida es la "rosa petrificada" de Karlovy Vary, pero en el balneario encontramos también jarras, platos y otros objetos "tratados" de esta manera.

Y precisamente una demostración de semejante proceso de petrificación esperaba al grupo de turistas al final del recorrido por los infernales subsuelos del más famoso de los balnearios checos.

Pero los sedimentos de las aguas minerales no sólo le han aportado dinero al balneario gracias a lo bien que se venden las rosas y demás objetos petrificados, sino también muchas preocupaciones. Es que en el interior de los conductos metálicos que sirven para canalizar las aguas minerales a los diferentes sanatorios, los minerales van sedimentándose y formando capas que incluso llegan a obstruir la conducción del agua, por no hablar ya de las roturas de las tuberías.

El señor Vylita familiarizó a los turistas con los cuatro tipos básicos de sedimentos que suelen encontrarse en Karlovy Vary.

El principal de ellos es el aragonito, carbonato de cal cristalizado, de fractura vítrea y brillo anacarado, que se presenta bajo colores diversos. Sobre semejante tipo de sedimento se levanta la iglesia de María Magdalena, de estilo barroco, aledaña a la Columnata de La Fuente.

El segundo tipo de sedimento que se encuentra en el balneario es otra especie de aragonito que forma agregados esféricos.

El tercero, en forma de veta, se forma como resultado de las altas presiones y temperaturas a 32 metros bajo la superficie de la tierra.

Y el más joven de los diferentes tipos de sedimentos es el resultante de los depósitos de minerales cálcicos, cuarciformes "silíceos-, y del famoso travertino: toba calcárea. Pero no por ser "joven" es menos peligroso: la capa que forma este tipo de sedimento se engrosa hasta varios milímetros por semana.

Pero en los subsuelos de Karlovy Vary también viven a gusto y proliferan diversos organismos, tales como bacterias, algas, y otros organismos primitivos, para los que resultan ideales las altas temperaturas de las fuentes minerales, que pueden sobrepasar los 80 grados centígrados.

Becherovka,  foto: Štěpánka Budková
Siempre se ha dicho que en Karlovy Vary brotan 12 tipos de aguas minerales diferentes, pero el director de la Administración de las Fuentes Terapéuticas Naturales explicó al grupo de entusiasmados turistas que en realidad existían 80, aunque aclaró que efectivamente para el tratamiento de los pacientes sólo eran aprovechables las 12 mencionadas, además de la "décimo tercera fuente curativa", que no se obtiene de la Madre Tierra, sino que se fabrica en la firma Becherovka.

Y aquí deberíamos decir que es la más gustada de las "fuentes curativas" lo mismo entre pacientes que entre turistas, por ser un licor producido a base de más de dos decenas de plantas medicinales, con 38 por ciento de alcohol, y exquisito sabor... ideal como aperitivo y como digestivo, amigos...

Continuando nuestro recorrido por el infernal subsuelo de Karlovy Vary - el más famoso de los balnearios checos- llegamos a percatarnos de que su interior se asemeja mucho al de ciertas grutas y cavernas. Es que la condensación del vapor de las termas y la filtración lenta de las aguas que llevan en disolución sales cálcicas, dan lugar a la formación de fantásticas estalactitas y estalagmitas.

Karlovy Vary,  foto: CzechTourism
De estas últimas la que más llama la atención es la llamada Capuchino. Y es que realmente nos parece estar viendo a un religioso descalzo de la Orden de San Francisco.

Según declaraciones del director de la Administración de las Fuentes Terapéuticas Naturales de Karlovy Vary, Tomás Vylita, el balneario cuenta con abrir al público próximamente los canales subterráneos que se encuentran por debajo de la Columnata del Mercado, otro de los fantásticos monumentos de la ciudad, que se encuentra en las cercanías de la ya mencionada Columnata de La Fuente.

De manera que los que cuenten con visitar en el futuro el balneario checo de Karlovy Vary, tendrán otro tramo más de infernal subsuelo a disposición. No se lo pierdan, amigos.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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