Jan Svejnar evalúa la situación económica checa
Jan Svejnar, catedrático de la Universidad de Michigan, es uno de los economistas checos más cualificados para evaluar el estado de la economía nacional. Como asesor del presidente de la República, Václav Havel, desde 1994, presenció la transformación económica del país.
En la República Checa predomina cierto optimismo sobre la afluencia de inversiones extranjeras. Sin embargo, se perciben las primeras reacciones negativas que advierten que el país podría convertirse en una "enorme nave de montaje" para Europa...
"Evalúo positivamente la afluencia de inversiones extranjeras a la República Checa, ya que en el mundo hay muy poco capital extranjero y el número de países donde se instala, es muy reducido. Y precisamente en esos países se registra con el correr del tiempo un significativo aumento de los salarios, de la productividad del trabajo y, en general, del crecimiento económico, mientras que los países sin inversiones extranjeras quedan atrasados".
¿Qué papel debería desempenar el Estado?
"El de coordinador principal. Lo que es fundamental es que el Gobierno que se esfuerza por atraer capital extranjero, que diga claramente: queremos que las empresas extranjeras inviertan en determinadas regiones afectadas por el desempleo y que lo hagan de manera ecológica y estética para no danar el medio ambiente".
Sí, pero ¿Qué opina sobre el temor de algunos economistas checos que sostienen que la República Checa se puede convertir en un centro barato de producción para los países más ricos?
"La producción, como tal, no es mala, porque aporta nuevos puestos de trabajo y contribuye a la modernización de la infraestructura y al aumento salarial. El montaje es simplemente el precio que el país debe pagar por su revitalización económica. Además, si el país dispone de una mano de obra cualificada, no pasará mucho tiempo y las empresas extranjeras entenderán que es rentable invertir también en la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías; requisito imprescindible para que el país alcance el nivel de los países industrializados".
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico estima que el Producto Interior Bruto crecerá en la República Checa en los próximos años en un 4%; advierte, no obstante, sobre el creciente déficit del presupuesto público...
"En lo que a la previsión de la OCDE se refiere, me parece acertada. Hay que adoptar una serie de medidas macroeconómicas que reduzcan el déficit de la financiación pública, porque de lo contrario, se vería amenazado el progreso económico. Pienso que el problema reside en que todavía no se ha terminado la transición de la economía comunista, que existía en este país antes del año 1989, a la economía de mercado. Para que el mercado funcione, es necesario que funcionen los tribunales y el sistema jurídico, que se suprime la corrupción y que se lleve a cabo el proceso de privatización".