Islas con hojas, tronco y ramas
La pintora canaria Carmen Cólogan recrea el alma de diferentes islas de todo el mundo a partir de sus árboles más representativos. La muestra ‘Islarios’, definida por su autora como un viaje imposible a las islas de la fortuna, supone una metáfora del tiempo y el espacio, de la insularidad más remota.
La pintora, oriunda de Tenerife, presenta en un estilo situado entre la nueva figuración y el arte abstracto su visión personal de toda una serie de islas de todo el mundo, desde Madagascar hasta las Azores, pasando por Trinidad o La Palma. En cada lámina la isla viene simbolizada por un árbol representativo, pintado en toda su verticalidad en un fondo de color difuso, de color suave o pastel, y normalmente vacío. El propósito es fundir los conceptos de territorio y naturaleza, explica Cólogan.
“Está el tema de la isla, que es como territorio, como espacio. En este caso el espacio desaparece y se representa con un color de fondo, con un cierto degradado, que se trata de la penetración de la luz en el concepto de luz-territorio. El árbol sería como cuerpo-isla, formaría también otro concepto de fusión”.El espacio pictórico queda así dividido de forma especial, al contrastar la parquedad del tronco con el amplio y rico desarrollo de la copa, en la parte superior de la imagen, hecho que hace referencia a los tres niveles del cosmos: subsuelo, superficie y cielo.
En el repertorio botánico de la muestra, que abarca plataneras, olivos y baobabs entre otros, la estilización de los ejemplares retratados no está reñida con la precisión en el detalle, un hecho que Cólogan atribuye a su formación académica.
“Primero lo que hago es trabajar con el ordenador, busco el árbol, después lo dibujo. Soy de la antigua escuela, estuve estudiando en Madrid y la verdad es que allí me enseñaron dibujo. Hoy por hoy los estudiantes desgraciadamente no saben dibujar. Yo he tenido el privilegio de tener buenos profesores y la verdad es que tengo buena soltura a la hora de dibujar. Entonces lo que hago es dibujar el árbol partiendo de información del árbol real, y a partir de ahí empiezo a elaborar un árbol más mío, más íntimo, más personal”.‘Islarios’ supone un punto de continuidad en la trayectoria de Carmen Cólogan, tanto en su concepción del contraste entre el fondo y los elementos centrales como en ciertos recursos que se repiten respecto a trabajos anteriores, como las bandas verticales de color en un lateral de la obra.
“El tema de las líneas verticales en cierto sentido es para darle profundidad y darle verticalidad y más hincapié a la elevación que supone el elemento árbol. Aparte de eso llevo muchos años con la misma paleta, llevo muchos años con los mismos colores y los mismos tonos, tengo ya definitiva mi paleta como artista”.
A nadie se le escapa que el concepto de la exposición enlaza con el origen canario de la pintora. Cólogan admite de hecho sentirse inspirada por los colores, clima y situación del archipiélago canario. La circunstancia de ser isleña influye también sin embargo de forma negativa a la hora de su proyección al otro lado del mar.“Los canarios nos sentimos lejos, un poquito apartados del mundo. Se nos hace muy difícil trasladarnos a otro sitio por la cuestión de que estamos rodeados de mar. Esto supone un transporte, un traslado, y hace que incluso tengamos que luchar más en el aspecto de artistas. Nos cuesta más llegar al mundo, al fin y al cabo estamos en una periferia”.
Los costos de salir a exponer fuera hacen que normalmente Carmen Cólogan recurra a patrocinadores. En esta ocasión han contribuido a la muestra, entre otras entidades, Canaria Travel, Spain Art y Canarias Crea. No es la primera vez que la artista expone en la República Checa. El año pasado una versión temprana de ‘Islarios’ fue acogida por el Palacio Boskovice, en Moravia. La exposición llegó a Praga la semana pasada y permanecerá abierta al público hasta el 18 de noviembre.